Este es el pueblo de Girona que los propios catalanes tienen como destino turístico favorito

Cuando se pregunta a los catalanes por su destino ideal para unas vacaciones tranquilas sin salir de Cataluña, uno de los nombres que más se repite es Cadaqués. Este pueblo de Girona, encajado entre el mar y la montaña, se ha ganado por méritos propios el título de lugar predilecto para una escapada de verano (y de primavera, otoño o invierno, porque cualquier excusa es buena para volver).

Cadaqués: el secreto peor guardado de la Costa Brava

Ubicado en pleno Cap de Creus, Cadaqués es uno de los pueblos más bonitos de Cataluña. Y aunque hace años fue un secreto bien guardado, hoy ya no lo es tanto: catalanes, franceses y viajeros de todo el mundo se rinden ante su belleza salvaje. Aun así, mantiene ese aire auténtico, con casitas blancas, barquitas fondeadas en la bahía y callejuelas estrechas de piedra que conservan el espíritu marinero de antaño.

Pintores como Dalí, Picasso o Miró se inspiraron en este paisaje. De hecho, visitar la Casa-Museo de Salvador Dalí en Portlligat, a apenas unos minutos andando del pueblo, es casi obligatorio.

El pueblo favorito de los catalanes

No lo decimos nosotros: Cadaqués aparece año tras año entre los pueblos más mencionados en encuestas sobre los destinos turísticos favoritos de los catalanes. ¿Por qué? Porque lo tiene todo. Playas de agua cristalina como la cala Jugadora, restaurantes de cocina de autor y tradicional, tiendas con encanto, rutas por el Parque Natural del Cap de Creus… Y lo mejor: sigue teniendo alma.

Además, está lo bastante aislado para no convertirse en un parque temático turístico, pero lo bastante accesible como para escaparse un fin de semana desde cualquier punto de Cataluña.

Cadaqués, el pueblo que siempre apetece

Para quienes buscan un lugar donde olvidarse del reloj, comer bien, bañarse en calas de agua turquesa y disfrutar de puestas de sol espectaculares, Cadaqués lo tiene todo. No es casualidad que sea el pueblo de Girona favorito entre los propios catalanes. Porque puedes ir una, dos, diez veces… y seguir sintiendo que acabas de descubrirlo por primera vez.