Informe sobre violencia
Un estudio asegura que se dispara la hispanofobia en Cataluña
En un 98,71% de casos, el incidente violento ha sido perpetrado por personas o grupos independentistas
Un informe realizado por el Observatorio Cívico de la Violencia Política en Cataluña (OCVPC), un grupo de estudio independiente y sin vinculación partidista resultado de la colaboración entre Impulso Ciudadano y Movimiento contra la Intolerancia, afirma que existe violencia política y odio ideológico en el centro de la vida política catalana. Para los autores del estudio todo esto cuenta con el "silencio cómplice por el poder nacionalista" de la Generalitat.
El Observatorio Cívico de la Violencia Política en Cataluña denuncia que 2022 ha sido, a la vez, un año de continuidad y de cambio. Por un lado se mantiene el fenómeno de la violencia política y el odio ideológico como un elemento constante, recurrente, sistémico del panorama político catalán. Asimismo se continúa señalando a todo aquel que se opone al discurso hegemónico del nacionalismo. El documento también subraya que se sigue hostigando a partidos políticos, entidades cívicas y particulares que plantan cara o cuestionan este poder. Continúa el crecimiento del discurso de odio ideológico y la hispanofobia de la mano de la connivencia del poder político y alentado desde las redes sociales y algunos medios de comunicación. Por otro lado, se ha producido un descenso significativo en el volumen de incidentes, reducidos a menos de la mitad. Hay un descenso del número de incidentes de violencia callejera y un peso, cada vez mayor, de las redes y los medios de comunicación como el foco de la violencia e intransigencia basadas en el odio ideológico y la hispanofobia.
Para este Observatorio, la violencia política y el odio ideológico siguen siendo una cuestión de primera magnitud no sólo para Cataluña y los catalanes, sino para toda España y el futuro de nuestra democracia. El Observatorio Cívico de la Violencia Política en Cataluña seguirá haciendo una aportación que considera necesaria y esencial para la comprensión de la realidad política catalana.
El estudio confirma el carácter instrumental de la violencia política en Cataluña y su sincronía y simbiosis con las estrategias y momentos políticos del nacionalismo gobernante. El papel determinante del independentismo en el sostén del gobierno de la nación y el logro por parte de los partidos independentistas de algunos de sus diferentes objetivos, gracias a la dependencia del Gobierno de España de su apoyo, tiene un efecto balsámico en los actos de violencia política en Cataluña que se reducen a menos de la mitad en comparación con los años anteriores. De 380 incidentes registrados en 2020 y 351 en 2021, se pasa a 155 en 2022 (una reducción de un 55,84 % con respecto a 2021). También aumenta el peso proporcional de los incidentes de odio en redes acompañados de las manifestaciones de odio y xenófobas habituales en los medios de comunicación públicos de Cataluña. Ambos tipos de incidentes se convierten en la forma de violencia subrogada más común, a falta de violencia callejera como la ocurrida en los años anteriores. Los incidentes registrados en redes sociales aumentan casi 10 puntos y pasan de representar el 25,3% en 2021 al 34,8% del total en 2022. Se asienta, y toma cada vez mayor relevancia, un modelo de violencia y discurso de odio en redes a través de campañas de acoso y señalamiento y de afirmaciones hispanófobas desde el ámbito nacionalista-independentista.
La hispanofobia es el eje central del discurso de odio político en Cataluña. Los incidentes con un contenido hispanófobo pasan de representar alrededor del 30% en los años anteriores (32,1% en 2020 y 31,05% en 2021) a estar presente en 80 incidentes de un total de 155, un 51,6% del total de incidentes recogidos en 2022.
La distribución mensual de incidentes confirma también la sincronía entre el calendario y la estrategia política del independentismo y la violencia política en Cataluña. La ausencia de tensión para la consecución de sus objetivos entre el independentismo y el Gobierno de España y la ausencia de detonantes provocan una distribución mensual equilibrada durante todo el año, frente a los meses puntuales de extrema conflictividad de informes anteriores.
En el documento se matiza que la violencia política en Cataluña durante el 2022 ha provenido de nuevo de manera casi exclusiva del ámbito adscrito ideológicamente al secesionismo. De un total de 155 incidentes, en 153 casos el incidente violento ha sido perpetrado por personas o grupos independentistas, lo que supone un 98,71% del total anual. Tan sólo en 1 caso, un 0,65% de los actos violentos, un incidente ha sido atribuible al ámbito ideológico contrario a la secesión. El porcentaje de 98,71% de incidentes de origen independentista respecto a la serie consecutiva de los 3 años anteriores (2019: 95,45%, 2020: 91,84%, 2021: 88,89%) supone el récord histórico de los informes del Observatorio. Se puede afirmar de manera rotunda que la violencia política en Cataluña en 2022 fue exclusivamente independentista y si tenemos en cuenta el total de registros históricos de los últimos 4 años, podemos afirmar que los actos de violencia política anti-independentista son absolutamente residuales en Cataluña. Los sucesivos informes desmienten de manera clara el discurso del nacionalismo sobre la existencia de una supuesta amenaza españolista y la victimización de los defensores de la independencia.
Otro aspecto destacado es que, por tercer año consecutivo, los particulares y entidades contrarios a la independencia de Cataluña han sido el grupo de víctimas con relación a su adscripción ideológica que ha sufrido de manera reiterada y mayoritaria actos de violencia política durante el 2022. Sobre un total de 155 incidentes, en 116 ocasiones, un 74,84% de los casos, las víctimas de los actos han sido identificadas como contrarias a la secesión o los mensajes de odio e hispanofobia en redes se han dirigido a ellas, lo que representa un porcentaje casi idéntico al del año 2021 (74,3%). En tan sólo 9 casos, un 5,80% del total, las víctimas han sido identificadas como secesionistas, un porcentaje aún menor al del 2021 (9,90%). Por último, en un total de 30 casos (19,35%), se ha considerado a las víctimas como de adscripción ideológica indeterminada, es decir, particulares, profesionales, instituciones o administraciones a los que no es posible atribuir una determinada adscripción ideológica, en la mayoría de casos, víctimas de actos, campañas de acoso y boicots por parte del independentismo.
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