
ERC
Una facción de ERC intentará que el partido sea más de izquierdas y menos independentista
El ala, liderada por Joan Tardà, quiere acoger a los que defienden una república catalana dentro del estado español

Con la elección de Oriol Junqueras el pasado 14 de diciembre se dio por terminada la primera fase del congreso de ERC. Como ya se explicó, el partido cree que debe volver a recuperar su esencia, aquella que lo hizo crecer durante el procés, cuando su política giraba únicamente en torno a la independencia de Cataluña. De hecho, Junqueras propuso que de cara a la segunda parte del congreso, que se celebrará en marzo, se incorpore “una ponencia específica sobre la independencia”, con tal de volver a redefinir una estrategia.
Es precisamente en esa fase del congreso donde la formación pretende adquirir una identidad de partido ideológica y estratégica, con la realización de unas ponencias. Sin embargo, se está formando un colectivo interno, según informó el diario Nació, que de entrada cuenta con un centenar de militantes, cuyo objetivo es influenciar en la segunda parte del congreso para reforzar el republicanismo de izquierdas. La cara más reconocible de tal facción es el exdiputado en el Congreso de los Diputados Joan Tardà, que en la primera parte del proceso congresual se posicionó con la candidatura de Junqueras.
Los militantes que forman parte de esta corriente provienen, en su mayoría, del mundo sindical y de los movimientos sociales. No buscan ser un contrapeso de Junqueras, pues la mayoría lo votaron para ser presidente, sino más bien influenciar en la nueva dirección para ser “claramente de izquierdas”. Creen que el partido, si quiere volver a ser decisivo, debe representar la “precariedad”, y también ser “el partido de los migrantes”, que son el 17% de la población.
Su primera propuesta es crear corrientes internas que estén respaldadas por los estatutos. Una especie de sectores de opinión internos como los que existen en el PSOE. Según ellos, que existan colectivos enriquecerá el partido y lo dotará de pluralidad para que la militancia pueda sentirse más “cómoda, acogida y protagonista”. Además, con ese movimiento se evitaría que las corrientes internas actúen al margen de la dirección, pues estar reconocidos por los estatutos les dotaría de capacidad para explicar sus propuestas.
En cuanto a la independencia, esta corriente considera que hay que cambiar el artículo dos de los estatutos, que dice “ERC tiene como objetivo la independencia de los Países Catalanes”. Lo que propone Tardà es que se cambie el objetivo de la independencia por el objetivo de “la proclamación de la república catalana”.
A su modo de ver, la independencia no debe ser el objetivo, sino el medio para llegar a la república (en un sentido izquierdista del término). El exdiputado en el Congreso pretende que en ERC quepan tanto los independentistas como aquellos que defienden una república catalana dentro de un estado español, al estilo federalista que defienden el PSC o los Comunes.
Otras cuestiones que se plantean es que ERC “se convierta en el partido de los migrantes”, es decir, centrarse en políticas más identitarias. Los cálculos dicen que en una década el 30% de la población será de origen migrante, así que los republicanos tienen un gran nicho para explotar el discurso identitario de las minorías. En este sentido, una propuesta concreta de esta facción es que sea obligatorio que en todas las listas de ERC se incorporen migrantes, igual que cuando se impulsaron las listas cremallera para garantizar la representación de las mujeres. Garantizar, en este caso, una cuota migrante.
Además, en materia educativa, esta corriente asume la propuesta de los Comunes de eliminar la escuela concertada, una bandera tradicionalmente de izquierdas por representar “privilegios”. Pretenden, pues, reforzar los servicios
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