Impuestos

Foment del Treball: “Cataluña es un infierno fiscal para empresas y ciudadanos”

La patronal presenta el "libro verde" de la fiscalidad catalana con la esperanza de influir en las elecciones del 12-M

El presidente de Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre, durante la asamblea general que la patronal catalana ha celebrado hoy.
El presidente de Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre, durante la asamblea general que la patronal catalana ha celebrado hoy.Foment del Treball

En la presentación de las conclusiones del 'Libro Verde' de la fiscalidad catalana, el presidente de Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre, ha urgido a abordar la fiscalidad en Cataluña, calificándola de "infierno fiscal para las empresas y las personas". Por ello, abogó por una reforma de la financiación autonómica.

Sánchez Llibre enfatizó que su análisis se basa en cuestiones pragmáticas más que ideológicas, con el objetivo de influir en las políticas de la Generalitat. Según él, Cataluña presenta un entorno fiscal adverso tanto para las empresas como para los ciudadanos, y anunció la próxima presentación de propuestas fiscales a los grupos políticos, justo antes de las elecciones al Parlament del 12 de mayo. "Queremos liderar en este aspecto. Queremos que Cataluña sea el motor que impulse la inversión y la política en España", afirmó Sánchez Llibre, subrayando la necesidad de que la fiscalidad se ajuste a la modernización económica.

Por su parte, el consejero de la presidencia de Foment del Treball, Manel Silva, lamentó la escasa competitividad del sistema fiscal catalán y la desproporción entre las contribuciones ciudadanas y los servicios públicos recibidos. Silva señaló que el actual sistema fiscal catalán, compuesto por 11 impuestos propios, representa una barrera significativa para las inversiones y la creación de nuevas empresas en la región, además de generar inseguridad jurídica.

En este sentido, Silva instó a reformar los impuestos, mejorar la gestión tributaria y desarrollar un plan estratégico contra la economía sumergida.

Entre las propuestas concretas, se planteó la reducción del impuesto sobre transmisiones patrimoniales, que actualmente se considera perjudicial para el mercado de la vivienda. Silva abogó por reducir el tipo máximo al 7% y al 4% para las viviendas habituales, además de permitir a las comunidades autónomas realizar ajustes a la baja.

Por otro lado, Sánchez Llibre insistió en la abolición del impuesto de patrimonio, considerándolo confiscatorio, y en la simplificación y ajuste de tramos del IRPF para evitar que se convierta en un impuesto sobre la inflación.

Finalmente, se planteó la eliminación del impuesto sobre las emisiones de CO2 de los vehículos de tracción mecánica, argumentando que actualmente penaliza injustamente a las empresas de alquiler establecidas en Cataluña.