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Girona gana la batalla: Google Maps deja de recomendar rutas por su casco antiguo
El cambio busca mejorar la convivencia en las calles del centro histórico, pensadas para peatones y comercio local

El Ayuntamiento de Girona ha conseguido que Google modifique la navegación de Google Maps y Waze para que los vehículos dejen de atravesar el Barri Vell como atajo entre barrios de la ciudad. La medida busca reducir el tráfico de paso por el centro histórico, donde la circulación está restringida y la prioridad es peatonal. El problema se había intensificado en los últimos años con conductores, especialmente turistas, que seguían las indicaciones del GPS sin tener en cuenta las limitaciones locales.
El consistorio llevaba meses en contacto con las plataformas digitales, solicitando que priorizaran recorridos alternativos y que se señalara de forma clara la restricción de acceso en el casco antiguo. Tras varias gestiones, el cambio ya se refleja en las aplicaciones, que han dejado de proponer el Barri Vell como atajo rápido para desplazarse dentro de la ciudad.
La intervención municipal se enmarca en una estrategia más amplia de pacificación del centro histórico. En los accesos desde plaza Catalunya ya funcionan cámaras de lectura de matrículas que limitan la entrada de vehículos no autorizados a un máximo de tres veces por trimestre. Superar ese umbral supone una sanción automática. Además, las calles del Barri Vell cuentan con límites estrictos: acceso con autorización para residentes o actividades específicas, fin de la franja de carga y descarga a las 12.00 del mediodía y una velocidad máxima de 20 km/h.
El alcalde de Girona ha subrayado que el Barri Vell “es una zona esencialmente para peatones” y que el objetivo es evitar que los navegadores conduzcan a los coches por un entramado urbano que no está pensado para el tráfico motorizado. El Ayuntamiento también trabaja con las plataformas para mejorar la precisión de la información sobre aparcamiento, con el fin de evitar que los visitantes estacionen en plazas reservadas para carga y descarga.
La problemática no era nueva. En los últimos años se habían dado casos de turismos guiados por el GPS por calles tan estrechas como el carrer de la Força, en pleno acceso a la Catedral, lo que generaba situaciones de bloqueo y malestar vecinal. Estas incidencias adelantaban la necesidad de una solución coordinada con los proveedores de mapas digitales.
El cambio en los navegadores encaja con la estrategia municipal de gestión de flujos en el centro histórico. A principios de verano, la ciudad anunció la instalación de sensores para contar turistas y trazar sus recorridos por el Barri Vell, con el objetivo de planificar mejor los usos del espacio y evitar episodios de saturación. La reordenación de accesos, con plaza Catalunya como pieza clave de entrada al casco antiguo, también forma parte de los planes que el gobierno local prevé detallar antes de que acabe 2025.
La decisión de Google y Waze representa un paso importante: si hasta ahora las rutas entre el Eixample y Pedret se colaban por el entramado medieval, a partir de ahora las aplicaciones derivan el tráfico por vías perimetrales más adecuadas. Para Girona, este ajuste reduce riesgos y molestias en calles diseñadas para el paseo y la actividad comercial de proximidad. Para los conductores, supone recorridos algo más largos, pero más coherentes con la normativa local y con la seguridad de todos.
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