Obligado a rectificar

El Govern recula y admite sus "excusas" sobre el informe PISA tras atribuir los malos resultados a la inmigración

Dice ahora que la muestra es "correcta" después de haber achacado el descalabro educativo en Cataluña a un exceso de alumnos inmigrantes

El presidente Aragonès y la consejera Anna Simó en un pleno reciente del Parlament
El presidente Aragonès y la consejera Anna Simó en un pleno reciente del ParlamentAgencia EFE

El Govern ha dado marcha atrás y ha reculado con sus críticas sobre el informe PISA y los peores resultados educativos de la Historia de Cataluña –dijo el martes que eran por una «sobrerrepresentación» de los alumnos inmigrantes– al admitir que la muestra es «correcta» y que no tiene ninguna duda sobre el procedimiento. Todo apenas 24 horas después de que el propio Ejecutivo generara una polémica que se ha convertido en un auténtico bumerán para Esquerra.

De hecho, el gabinete de Aragonès se ha visto obligado a rectificar tras un severo aluvión de críticas de la oposición en bloque y de la comunidad educativa.

Este miércoles a mediodía, el departamento de Educación de la Generalitat ha trasladado en público la «confianza completa en la calidad y rigor de las pruebas». «Nos hemos puesto en contacto con los responsables de PISA y hemos clarificado la calidad de la muestra», explicó en un comunicado difundido a través de las redes sociales con el sello oficial de la Generalitat.

En concreto, el Ejecutivo se ha encargado de dejar claro que el secretario de Políticas Educativas de la Generalitat, Ignasi Garcia Plata, se ha puesto en contacto con los responsables del Informe del Programa para la Evaluación Integral de Alumnos (PISA) para trasladarles su confianza, «y se han podido descartar todas las dudas sobre la representatividad de la muestra respecto a la realidad social».

Según el comunicado, Garcia Plata les ha trasladado la confianza completa en la calidad y rigor de las pruebas, y «las divergencias en la interpretación de la representatividad de la muestra han quedado despejadas». Es decir, se ha autoenmendado tras haber usado el argumento de una muestra sobrerrepresentada de alumnos inmigrantes para explicar el descalabro educativo en Cataluña.

De hecho, la propia consejera de Educación de la Generalitat, la republicana Anna Simó, ha difundido las explicaciones oficiales y ha dicho que «no hay excusas» sobre los resultados del informe. En concreto, los alumnos catalanes se sitúan por debajo de la media española y de la de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en rendimiento medio en matemáticas, lectura y ciencias, ámbitos en los que Cataluña es de las comunidades que registran las mayores caídas de rendimiento. Y Cataluña es la segunda comunidad (la primera es la ciudad de Melilla) que más puntuación pierde en matemáticas si comparamos el periodo comprendido entre 2018 y 2022.

Lejos de la autocrítica, el Govern echó mano en un primer momento de un argumentario erróneo que expresó su secretario de Políticas Educativas: «La muestra de alumnado inmigrante en los exámenes es de un 24%, mientras en las aulas este colectivo representa un 15%, lo que distorsiona el resultado de las pruebas». PISA considera alumnado inmigrante al nacido fuera del territorio –de Cataluña– y al de padres y madres nacidos en el extranjero, con lo que la cifra del 24% es correcta. Además, la Generalitat obvió que el propio departamento de Educación había validado la muestra de PISA para la prueba.

«Tenemos un problema que tenemos identificado y que estamos trabajando por resolver. Esto va de pobreza infantil y segregación escolar, y este Govern está trabajando como nadie para abordarlo», aseguró ayer la consejera Simó dando marcha atrás al argumentario inicial difundido el martes sobre la «sobrerrepresentación» de los alumnos inmigrantes.