Debate de Política General
Illa da carpetazo al procés pero blinda el catalán y la financiación
El presidente de la Generalitat reivindicó la «solidaridad compartida» y las políticas sociales del Govern. El primer Debate de Política General de la legislatura ha devuelto a los grupos parlamentarios al autonomismo, más allá de algún aspaviento de Junts y Aliança Catalana.
El presidente de la Generalitat de Cataluña, Salvador Illa, ha dado réplica en la jornada de hoy a las intervenciones de los distintos grupos parlamentarios en la segunda sesión del Debate de Política General (DPG), que concluye mañana con la votación de las propuestas de resolución. El pleno, plagado de reivindicaciones "autonomistas" y compromisos en esta línea por parte del Govern, ha dado así por enterrado un procés independentista prácticamente olvidado en el debate más allá de algún aspaviento de Junts, que sigue dudando sobre su posición en torno a la financiación "singular" y que se ha limitado, de nuevo, a lamentar la "falta de ambición nacional" de Illa, ya bautizado como "el delegado de la Moncloa" por los posconvergentes. Su presidente en la Cámara, Albert Batet, ha hecho las veces del líder de la oposición del que por ahora carece el hemiciclo, poniendo el foco en la "debilidad" del ejecutivo, achacando a Illa que "habla mucho y luego no cumple" y acusando al presidente de incumplir las sugerencias de su consejero de Política Lingüística respecto al uso público del catalán cuando se expresa en castellano.
El exministro, sobre este asunto, ha querido poner el foco en la "defensa de la lengua" que pretende llevar a cabo su Govern, algo criticado, por otra parte, por PP y Vox, que insisten en la discriminación que sufre el español en Cataluña. Illa se ha comprometido a "hacer todo lo posible" por y para la oficialidad del catalán en la Unión Europea solicitando al líder popular, Alejandro Fernández, que su partido le "eche un cable" en la Eurocámara; y ha prometido "mejorar" las políticas públicas de la Generalitat en distintos ámbitos como la educación, la sanidad o las infraestructuras, el principal punto de discrepancia entre el Govern y sus socios, especialmente en cuanto al aeropuerto de Barcelona-El Prat, que Illa quiere ampliar como sea.
Tanto Fernández como Ignacio Garriga, líder de Vox, han acusado al ejecutivo de practicar una política fiscal "confiscatoria", recordando que Cataluña es la autonomía con más impuestos propios del Estado. Illa ha criticado el modelo de "prosperidad excluyente" de ambos y también de Junts en contraposición a la "prosperidad compartida" que defiende el ejecutivo, que pretende que "la riqueza se traduzca en bienestar para todos los ciudadanos" y que "no se deje a nadie atrás", algo que "el PP ha hecho siempre con sus políticas de austeridad", según Illa. En esta línea, para ERC y los comunes, la solución es el modelo de financiación o "cupo" pactado en el marco de los acuerdos de investidura, que Illa ha reafirmado y se ha comprometido a "calendarizar" ante la amenaza del portavoz de los republicanos, Josep Maria Jové, de tumbar los Presupuestos de lo contrario. El diputado de ERC ha animado a Illa, igual que Junts, a "plantarse" ante los poderes del Estado y los barones socialistas que desprecian el pacto; y el presidente de la Generalitat ha vuelto a poner de manifiesto que el "concierto económico", como se ha referido al mismo Jové, "es una buena medida para Cataluña y se hará realidad como así se ha comprometido el Govern a hacerlo".
En un DPG donde también ha sido protagonista la escalada bélica creciente en Oriente Medio, con peticiones al Govern de "ir más allá" en la defensa de Palestina por parte de comunes y la CUP y un alegato sionista final de la líder de Aliança Catalana, Sílvia Orriols, Illa ha hecho gala de su habitual prudencia y se ha limitado a reproducir la postura del Gobierno de España de su "amigo" Pedro Sánchez. Sobre el presidente del Estado también ha dicho que "Cataluña está mucho mejor desde que está en la Moncloa" y que "con Feijóo y Abascal en el Gobierno jamás se hubieran concedido los indultos y la amnistía", una medida de gracia, esta última, que Illa ha vuelto a reivindicar en el Parlament, pidiendo su aplicación "total y de forma inmediata" al poder judicial.
La sesión ha terminado con tensión en la réplica de Illa a Orriols, objetivo principal de la líder de Aliança, que ha insistido de nuevo en la inmigración ilegal como principal causa del auge de la delincuencia en Cataluña y que ha aprovechado el altavoz para declararse una vez más islamófoba ante del resto de diputados. El presidente de la Generalitat ha dicho de la alcaldesa de Ripoll que "vive en la Edad Media" y también ha sido contundente con Laia Estrada, líder de la CUP, que ha reivindicado las dictaduras venezolana y cubana. Illa, "un personaje muy amable", como ha dicho Fernández -añadiendo después que lo es "incluso demasiado, convirtiéndose en sospechoso"-, ha reivindicado su papel como "gestor", aspirando a ser uno "bueno" y cuestionando que sea algo negativo que le llamen así, como hace Junts.
ERC y los comunes aplauden las 5.000 viviendas sociales
La medida anunciada por el presidente de la Generalitat en relación a la construcción de 50.000 viviendas públicas durante esta legislatura ha sido muy aplaudida por ERC y comunes, que han reivindicado que "forma parte del acuerdo de investidura". Los comunes han cargado asimismo contra Junts por no apoyar la regulación de los alquileres temporales en el Congreso de los Diputados, algo que el Govern se ha comprometido a hacer en Cataluña, y tanto los posconvergentes como el PP se han mostrado escépticos sobre su materialización: "Illa no hará 50.000 viviendas ni en el más psicodélico de los sueños", ha dicho Fernández, mientra los posconvergentes han recordado que "el presidente Montilla dijo lo mismo, y luego nada".
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