
Política
Illa "normaliza" políticamente a Puigdemont trece meses después de llegar a la Generalitat
El president socialista se reúne en Bruselas con el líder de Junts en un gesto que el Govern vende como “normalidad institucional” y que Junts califica de “tardío”
Trece meses después de llegar a la Generalitat, Salvador Illa acabó reuniéndose este martes en Bruselas con Carles Puigdemont. El encuentro, celebrado en la Delegación del Govern ante la Unión Europea, se prolongó durante una hora y media a puerta cerrada y se presentó oficialmente como un gesto de “normalidad institucional”, pese a que el expresidente continúa huido de la Justicia española.
Ambos dirigentes se saludaron brevemente ante las cámaras a las 16:15 y se encerraron en una sala del segundo piso hasta las 17:45, sin comparecencia posterior. A las puertas del edificio, una mujer increpó al líder de Junts reprochándole su papel en el “procés”. Illa, en cambio, quiso dar su propia lectura política a través de las redes sociales: “Hoy me he encontrado con el presidente Carles Puigdemont, tal y como he hecho con el resto de expresidentes de la Generalitat. El diálogo es el motor de la democracia para que Catalunya siga avanzando. Hoy damos un buen ejemplo”, escribió en X.
Por su lado, Puigdemont también escribió un mensaje en redes sociales donde agradeció a Illa la «amabilidad y la conversación». Sin embargo, negó que hubiera normalidad democrática pues, de haber sido así «esta reunión tendría que producirse hace muchos meses y no en Bruselas, sino en el Palau de la Generalitat, en la capital de Cataluña». Para Puigdemont, pues, «volvió a quedar claro que no vivimos en situación de normalidad».
La reunión, en clave PSOE
El Govern justificó la cita como la culminación de la ronda de contactos que Illa ha mantenido con todos sus predecesores en el cargo (Pujol, Mas, Torra y Aragonès) y como un gesto de distensión tras el aval del Tribunal Constitucional a la Ley de Amnistía. “Era el momento oportuno”, defendieron portavoces del Ejecutivo, que insisten en que el PSC ha sido el partido que más ha reclamado la aplicación inmediata de la norma.
Desde Junts, sin embargo, se interpretó la reunión como tardía y dictada por Madrid. El secretario general, Jordi Turull, aseguró que la cita llega “con un año de retraso” y acusó a Illa de actuar “en clave PSOE” después de verse con Pedro Sánchez en Lanzarote este verano.
Presupuestos en el aire
El encuentro se produce en un contexto de máxima tensión política en Madrid. El Gobierno todavía no ha garantizado la aprobación de los Presupuestos Generales para 2026 y depende del respaldo de Junts para sacarlos adelante. El propio Puigdemont advirtió en agosto de que, si Sánchez no se ponía las pilas con el cumplimiento de los acuerdos de investidura, en otoño llegarían “decisiones estructurales”.
Por ahora, la ley de amnistía continúa sin aplicarse plenamente a su caso, lo que Junts compensa exigiendo una “amnistía política”: el reconocimiento de su líder como interlocutor legítimo. La fotografía con Illa supone, de facto, ese aval, aunque el Govern se resista a admitirlo.
¿Un cara a cara con Sánchez?
El movimiento también ha reabierto la especulación sobre una futura cita entre Sánchez y Puigdemont. El presidente del grupo PSC-Units en el Parlament, Ferran Pedret, aseguró que no existe “ningún inconveniente” en que se produzca y destacó la importancia de dialogar con fuerzas con las que hay menos afinidad. “Corresponde al presidente del Gobierno determinar cómo, cuándo y si es necesario hacerlo”, matizó.
Desde el Gobierno central, la vicepresidenta María Jesús Montero expresó su deseo de que, tras el encuentro de Bruselas, las relaciones con Junts “mejoren”, conscientes de que la legislatura y los Presupuestos dependen en buena medida del expresident de la Generalitat.
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