El independentismo acusa a los catalanes de padecer "síndrome de Estocolmo" por celebrar la victoria de España

"Unga, unga", escribe un usuario en X, antes Twitter. La celebrada victoria de anoche de la selección española de fútbol en Berlín por las calles de Barcelona -también en muchos otros lugares de Cataluña, incluso en aquellos municipios donde partidos como Junts, ERC, CUP o Aliança Catalana son muy mayoritarios- no ha sentado bien en algunos sectores del independentismo. Mientras los hay que disocian lo político del merecido triunfo patrio en la Eurocopa y, anhelos y ensoñaciones a parte, disfrutaron, "ya que Cataluña no tiene selección", de los Lamine Yamal, Pedri, Ferran, Dani Olmo y Marc Cucurella -de Terrassa y Alella, respectivamente- o Nico Williams- cerca el joven extremo navarro de unirse al FC Barcelona la próxima temporada-; también quisieron otros, desde el "rechazo absoluto", aguar la fiesta de quienes ayer se sintieron campeones de Europa por cuarta vez.

"Pan y circo", diagnostica una usuaria en X, en referencia a la eficaz y heredada praxis romana de evadir al pueblo de sus verdaderos problemas a través de eso, pan y circo, y en este caso fútbol. Otra publicación en la red social, directamente, lamenta el "síndrome de Estocolmo de los catalanes que ayer celebraron el triunfo de España", definiéndose esta circunstancia como "la complicidad y fuerte vínculo que puede desarrollar la víctima de un secuestro con su retenedor" y, por ende, denunciando "la opresión constante que vive Cataluña" y la "reacción psicológica" de sus ciudadanos. "Puta España y Puta selección" también es un mensaje repetido, motivado seguramente por la escena de los independentistas vascos en San Fermín horas antes, aunque el ambiente festivo que anoche se adueñó que las calles y barrios de Cataluña -especialmente de Rocafonda, en Mataró, donde se crió Yamal- fue muy mayoritario en una tierra que "ha estado siempre a la cabeza del deporte nacional", como explica una usuaria, y "jamás ha dado la espalda a la selección". Por haber, como ven, hay de todo: "Soy independentista y jamás me pondría una camiseta de la selección española, pero he disfrutado como un enano viendo jugar a estos chicos. ¡Enhorabuena!", concluye otro perfil.