
Turismo
Indignación en redes por la destrucción de una playa catalana para construir esto: "es para pijos franceses"
Critican que la playa de Les Guiules desapareció en 1993 para crear un puerto que solo usan "los privilegiados"

Una publicación en X (antes Twitter) ha reavivado la polémica sobre la construcción del puerto deportivo de Portbou, en la Costa Brava, y el impacto que tuvo sobre el patrimonio natural de la zona. El mensaje, acompañado de una foto de archivo de 1993, denuncia que la playa de Les Guiules fue destruida para dar servicio a unos pocos centenares de propietarios de embarcaciones, “muchos de ellos franceses”, en detrimento de miles de personas que podrían haber disfrutado de ese espacio público.
El tuit, que acumula cientos de reacciones, señala directamente a quienes “todavía defienden los puertos deportivos”, calificando la obra de “atentado medioambiental” y recordando que la playa era un lugar único, protegido por su valor natural.
Un paraíso perdido por el turismo rico francés
Antes de 1993, la playa de Les Guiules era un enclave natural de gran belleza en el litoral de Portbou. Sus aguas cristalinas y su acceso relativamente restringido la convertían en un destino muy apreciado por locales y visitantes. Sin embargo, la construcción del puerto deportivo supuso la desaparición de la playa tal y como se conocía.
La denuncia en redes critica que la decisión se tomara para beneficiar a unos 300 propietarios de embarcaciones, en su mayoría procedentes de Francia, que solo pueden utilizar sus barcos unos pocos días al año debido a las condiciones meteorológicas y, en particular, a la tramontana, el viento característico del Alt Empordà.
El debate sobre los puertos deportivos en Cataluña
El caso de Portbou se suma a otras controversias recientes en la Costa Brava y en otras zonas costeras de Cataluña, donde los puertos deportivos como el de Portbou han generado un debate constante entre el desarrollo económico y la preservación del medio ambiente.
Los defensores de estas infraestructuras argumentan que los puertos aportan actividad económica, atraen turismo náutico y generan empleo local. Por su parte, los detractores señalan el impacto irreversible sobre el litoral, la pérdida de playas y ecosistemas marinos, y el uso elitista de un espacio que antes era público.
En el caso concreto de Les Guiules, los críticos insisten en que se sacrificó una playa de valor incalculable para un uso privado y restringido, que no compensa el daño ambiental.
Unas críticas que no se apagan
La polémica llega en un momento en que el cambio climático y la regresión de las playas catalanas han puesto en el centro de la agenda la necesidad de proteger el litoral. La pérdida de arenales, agravada por temporales y obras humanas, hace que casos como el de Les Guiules se perciban ahora como advertencias de lo que no debería repetirse.
Mientras tanto, la publicación viral ha reabierto viejas heridas en Portbou, dividiendo opiniones entre quienes consideran que el puerto fue un error histórico y quienes defienden que ha contribuido a dinamizar la zona.
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