Agricultura

El Institut Agrícola exige medidas al Govern ante el riesgo que corre el sector vitivinícola en el Penedés por la sequía

La asociación agraria catalana pide un encuentro inmediato con el conseller y advierte de que está en peligro un colectivo superior a los 10.000 trabajadores

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Imagen de unos viñedosBertrand Sourdais/Viñas Viejas SoriaLa Razón

El Institut Agrícola, asociación agraria catalana de referencia, mete presión al Govern para exigirle que tome medidas para paliar los efectos de la sequía en el sector vitivinícola en la comarca barcelonesa del Penedés, referente en el sector del cava. La falta de lluvia está poniendo en peligro a un sector con 3.000 viticultores, de más de 160 bodegas con una superficie de más de 25.500 hectáreas: si bien, en total, el impacto puede ser superior ya que puede afectar a un colectivo de más de 10.000 trabajadores y a la producción de más de 20 millones de litros. Ante este escenario, el Institut Agrícola ha pedido un encuentro inmediato con el conseller de Acción Climática David Mascort para trasladarle una propuesta con ocho medidas a adoptar de forma urgente.

Entre las ocho medidas, aparecen algunas de carácter económico, como recursos financieros; otras de carácter administrativo, para facilitar la llegada de ayudas a los agricultores; y, otras, de carácter hídrico, como los pozos, para afrontar la sequía.

En este sentido, la primera de esas ocho medidas consiste en la habilitación urgente de ayudas correspondientes a la campaña anterior; la segunda es simplificar los procedimientos de solicitud y cobro, de manera que se habilite un pago automático asociado a todos los productores; la tercera es una simplificación administrativa de los procedimiento de solicitud de ayudas del contrato global de explotación de Competitividad y Diversificación Agraria, equiparándolos en documentación a la ayuda de mitigación del cambio climático; el cuarto es una ayuda extraordinaria en previsión del aumento de la mortalidad de las cepas de muchas explotaciones.

La quinta de esas ocho medidas es el establecimiento de líneas de liquidez y aval a través del ICF para las empresas vitivinícolas afectadas por la disminución tanto de la producción como de la entrada de uva; la sexta es el mantenimiento del riego puntual de supervivencia de las plantaciones existentes a través de cubas procedentes de pozos habilitados; la séptima es que, mediante un procedimiento administrativo y una financiación específica, el DACAAR y la ACA implanten mecanismos para facilitar la apertura de pozos; y, la octava es facilitar la apertura de pozos con la información disponible por la ACA y el Institut Geològic i Cartogràfic de Cataluña.