Mala praxis

Investigación por racismo a 6 agentes de la Policía Local de Cornellà por llamar "moro de mierda" a un joven

Ocurrió durante una identificación a la salida de una discoteca de la población

La comisaría de la Policía Local de Cornellà
La comisaría de la Policía Local de Cornellà Google

Agentes de la policía local de Cornellà está siendo investigada por la agresión racista a un joven a la salida de una discoteca, informa “Vilaweb”. Señala el medio de comunicación que el pasado 24 de octubre del pasado año el joven agredido y un amigo fueron interpelados por los agentes de policía y les pidieron la identificación.

Cuando pidió el motivo, uno de los agentes le dijo: “Moro de mierda, ¿tú no eres por allí? Ve a tomar por el culo, te reventaré la cabeza.” A continuación, le dio un puñetazo en la boca y le hizo saltar una pieza dental. Ante la agresión, el joven preguntó repetidamente por qué le habían golpeado mientras trataba de grabar la escena con el teléfono móvil.

Señala “Vilaweb” que el mismo agente que le había dado el puñetazo le quitó el teléfono obedeciendo las órdenes de otro policía, y después siguieron golpeándolo entre tres policías mientras continuaban los insultos racistas. Mientras el chico estaba en el suelo, el agente que había dado la orden de quitarle el teléfono borró el vídeo que había podido grabar, aunque más tarde pudo recuperar el vídeo de la papelera del teléfono. Gracias a este vídeo se han podido identificar a los agentes y ha facilitado que sean encausados. Mientras todo esto ocurría, dos agentes de policía que habían llegado a pie al lugar de los hechos y un cuarto que también salió del coche de policía retuvieron al amigo de la víctima y evitaron que también lo registrara con el teléfono móvil. Cuando los policías se marcharon dejaron al joven sangriento al suelo, que llamó al 112 y pidió asistencia médica y policíaca, lo que provocó la aparición de los Mossos d’Esquadra y de una ambulancia.

El año pasado, la Fiscalía de Delitos de Odio ha pedido condenar a un hombre a dos años de prisión por presuntamente acosar e insultar de manera racista a sus vecinos de abajo, inquilinos de un edificio del Ayuntamiento de Barcelona destinado a personas vulnerables por su edad o por tener una discapacidad.El escrito de acusación, explica que el acusado provocó a sus vecinos “una situación de insoportable hostigamiento” durante al menos un año y medio, dedicándose a hacer ruidos molestos y a lanzar a su terraza lejía, salfumán, restos de comida, excrementos, cristales y trozos de cerdo para molestarles por ser musulmanes.