Junqueras se revuelve contra Junts y avisa: "Fui a la cárcel por el 1-O y lo volvería a hacer"

El independentismo ha entrado en una nueva fase de su eterna guerra a cuenta de una hipotética investidura de Pedro Sánchez. El presidente de la Generalitat puso precio ayer a una eventual presidencia socialista tras el 23J -mesa de diálogo, Cercanías y fin al déficit fiscal-, unas condiciones despreciadas a la primera por Junts. "No fui a prisión para traspasar Cercanías", espetó el secretario general posconvergente, Jordi Turull. Y hoy Oriol Junqueras ha entrado al trapo con dureza y ha avisado: "Fui a la cárcel por el 1-O y lo volvería a hacer".

"Fuimos a la cárcel por organizar el referéndum del 1O. Evidentemente. Y volvería a hacerlo. ¡Por eso exigiremos mantener la negociación para abordar un referéndum!", ha clamado en un mensaje a través de Twitter, una respuesta directa a Jordi Turull, de Junts.

El presidente de Esquerra también hace referencia a las dos exigencias económicas que planteó Aragonès, acabar con el déficit fiscal y Cercanías, y acentúa su importancia ante las críticas de Junts. "La gente en Cataluña necesita unos trenes que funcionen y acabar con el déficit fiscal, porque necesitamos más médicos, maestros y progreso social".

Todo después de que el presidente de la Generalitat pusiera precio a Sánchez y reclamara seguir la negociación con el Estado, con el que dijo que se ha conseguido "frenar la represión en algunos ámbitos". Y el mecanismo que exigen los republicanos es continuar con la mesa de diálogo, su principal baza en la pasada legislatura.

Al hilo de Turull, la candidata de Junts, Míriam Nogueras, ha vuelto a vapulear este jueves las condiciones de Aragonès y ERC. Con todos los respetos al presidente, pero si algo está claro es que lo que se ha hecho hasta ahora no ha funcionado", ha dicho en rueda de prensa en la Agencia Efe. "La mesa de diálogo no ha funcionado. Debería ser una pantalla pasada para todo el mundo ya", ha zanjado.

Cabe recordar que el presidente de la Generalitat ya fracasó cuando reclamó a posconvergentes y antisistema acordar un "mínimo común denominador" entre todas las fuerzas independentistas y llevarlo al programa de las elecciones generales. Y tampoco tuvo éxito al proponer un "frente común independentista" ante un hipotético Gobierno de PP y Vox que dio por hecho tras los comicios municipales del pasado mes de mayo.