Junts manda un serio aviso a Aragonès: "O rectifica, o elecciones"

Junts aprieta las tuercas a Pere Aragonès y manda un serio aviso al Govern: «O rectificación, o elecciones». Una reprimenda verbalizada este miércoles, en el debate de política general del Parlament y coincidiendo con la eterna disputa entre posconvergentes y republicanos por arrogarse el mayor número de cesiones del PSOE en las negociaciones de la investidura.

El encargado de fijar la posición fue Albert Batet, portavoz posconvergente y una de las voces más críticas con Aragonès. «Pase de las palabras a los hechos. Es el último tren, la última oportunidad. Le hemos dado muchas, ante un gobierno apagado, con una enorme debilidad, una ineficiente gestión y falta de negociación, sólo tiene sentido agotar la legislatura si hay un cambio de rumbo. Dé un golpe de timón, o sólo le quedará la alternativa inevitable de convocar elecciones», espetó el dirigente en su discurso.

Cabe recordar que en el debate del año pasado, Aragonès desgranó su apuesta por el acuerdo de claridad, una medida que no cuajó en Junts hasta el punto de que el posconvergente Albert Batet le planteó en su réplica una cuestión de confianza. Un órdago que cogió completamente desprevenido al presidente de la Generalitat. Por ello, convocó a su Ejecutivo a una reunión de urgencia después y acabó cesando al entonces vicepresidente Puigneró (Junts). Los posconvergentes decidieron entonces romper del todo y salir del Govern en una crisis histórica entre ambos partidos.

En este sentido, el posconvergente advirtió al presidente de la Generalitat de que si hubiera «cumplido su palabra, ahora mantendría el apoyo de una mayoría independentista, dispondría de estabilidad parlamentaria y de un Govern fuerte», en referencia a la mencionada salida de Junts del Ejecutivo catalán en octubre de 2022.

«Ya le avisamos de que, si no hace nada, de aquí a un año todavía estará peor, más aislado, más débil y con más agonía», alertó Batet, que instó al Govern a resolver los problemas y saber aprovechar las oportunidades.

De hecho, la emienda de Junts al Ejecutivo de ERC es total un año después de haber salido de la Generalitat. Lo es sobre la estrategia de negociación con el Gobierno, y también por la gestión del día a día de Aragonès. Acerca del primer aspecto, el jefe de filas de Junts en el Parlament cargó contra la «estrategia de falso diálogo» que practica ERC con el Gobierno, a la par que reprochó a los republicanos que confundan «diálogo con negociación», lo que hace que tengan, a su juicio, «un punto de partida erróneo» que les resta «credibilidad».

Sobre la gestión diaria, los posconvergentes rechazaron ayer en público varias de las medidas del Govern y su pasividad con los macroproyectos acordados también con el PSC. Por ejemplo, Junts critica que no se hayan dado pasos adelante con el complejo del Hard Rock en Vila-seca, algo que también reclaman los socialistas. «Sin duda, la gobernabilidad ha ido a peor en todos los sentidos. Era inevitable con un Govern de 33 diputados», añadió Batet, que ha reprochado a Aragonès no haber tomado y las medidas necesarias, a su parecer, también en cuestiones como la sequía.