Lacalle: "Esta generación de coches son todos extraordinarios"

Automobile Barcelona tiene todo listo para que su 42ª edición en el recinto de Montjuïc de Fira de Barcelona del 13 al 21 de mayo sea todo un éxito de público y profesional. El certamen volverá a reunir grandes marcas automovilísticas que presentarán sus últimas novedades y tendrá como grandes protagonistas a la nueva movilidad y las motorizaciones sostenibles –vehículos eléctricos e híbridos–. Asimismo, será un escaparate de las últimas tecnologías y tendencias del sector como la conducción autónoma y la conectividad.

¿Cuál cree usted que es el secreto de la longevidad del Automobile?

Es un secreto doble. Es, por un lado, la ciudad de Barcelona, que fue y es cuna del automóvil en España. Aquí empezaron las primeras carreras de automóviles, los primeros rallys y las primeras fábricas. Es decir, mucho de lo que ha pasado en España. El Salón del Automóvil empezó su andadura hace 104 años y desde entonces tiene un idilio con la ciudad, con el recinto y con Montjuïc. Se ha convertido en uno de los salones más visitados de Europa. En su momento, fuimos el cuarto. Ahora, somos el primero o el segundo, incluso después de la crisis que hemos padecido, después de una pandemia. Lo que demuestra es que seguimos vivos. Y con 31 marcas. Cuando todo el mundo cierra, nosotros abrimos.

Al respecto, en los últimos tiempos hemos visto cómo otros salones del automóvil cambian de ciudad e incluso de país. ¿Hay algún riesgo para el Automobile?

No, ninguno. Lo que pasa es que ha habido salones que eran muy importantes, como por ejemplo Ginebra, un salón de referencia porque era un salón híbrido pero con carencias. A todas las marcas les gustaba presentar, pero no se fabricaban coches. Es otro modelo. París ha bajado mucho. Y Fráncfort pasó a Múnich. Entre tanto, Barcelona siempre sigue ahí, con el apoyo de Anfac y del sector. Dando mucha guerra, con muchas ganas, ilusión, imaginación y mucho trabajo.

¿Qué es lo que más ilusión le hace de esta edición del salón?

Pues, sinceramente, hacerla. Venimos de una pandemia y de una crisis sin precedentes de componentes. Así que imagínese el mérito que tiene un salón con 104 años de historia. Pero, sin duda, me gustaría destacar el apoyo de Anfac y de los fabricantes. No es fácil en estos días contar con la presencia y el impulso de marcas como Seat, Cupra, Hyundai, Kia, Renault, Mercedes-Benz, Suzuki, Tesla, Mitsubishi, Mazda o Lexus.

¿Cómo ve usted el sector tras la pandemia?

Se está recuperando. Todas las estadísticas, todos los índices nos están diciendo que esto vuelve otra vez a ir para arriba. No obstante, tenemos que recuperar a la juventud. Cuando era joven, lo primero que todos queríamos hacer era sacarnos el carnet de conducir y comprarnos un 600. Ahora, lo primero que quieren hacer es comprarse un móvil. Así que mi objetivo personal desde hace tres ediciones es atraer a la juventud.

Quizás los jóvenes están más interesados en otro tipo de movilidad personal.

Personalmente, no tengo ninguna duda. Este año, por ejemplo, lo hacemos coincidir con el salón MotOh! Es ya un aliciente. De hecho, los fabricantes de bicicletas y patinetes siempre vienen.

¿Qué tal la relación con las administraciones?

Tanto el Gobierno como la Generalitat nos han apoyado. Sin embargo, tenemos uno de los parques automovilísticos más antiguos de Europa con el problema que conlleva. Necesitamos más planes para renovar los coches o condiciones especiales.

Si de usted dependiera, como presidente del Automobile, ¿qué coche le recomendaría a un amigo? ¿Uno de combustión, eléctrico o híbrido?

Todos los coches son buenos ya. Han mejorado muchísimo. Pero esta es la gran pregunta. El mundo va hacia las energías sostenibles. Hacia el mundo eléctrico. Por eso el lema de esta edición del salón es «Electrizante». Es decir, si uno quiere ir con los tiempos, tiene que adentrarse en este mundo no contaminante. Además, se trata de una generación de fabricantes que está haciendo unos coches sensacionales. Pero también lo son los coches de combustión y de gasoil. Al final, creo que depende de tus necesidades. Es decir, de si vives en la ciudad, de si vives a 50 kilómetros de la ciudad o de si necesitas el coche para desplazamientos largos.