El libro de la Generalitat que unió a Rafael Alberti, Errol Flynn y John Dos Passos

Vamos a abrir un libro y vamos a dejar que nos hable, que nos cuente su historia. Estamos ante un ejemplar único, ante una edición de un solo ejemplar que fue propiedad de la Generalitat, más concretamente de su Comissariat de Propaganda, puesto en funcionamiento durante la Guerra Civil. Es el llamado «Llibre d’Or del Comissariat de Propaganda» y que hoy se conserva en los fondos del Arxiu Nacional de Caralunya (ANC) en Sant Cugat del Vallès.

El volumen, formado por 105 folios, recoge las diversas y muy variadas adhesiones que este departamento del Govern dirigido por el legendario Jaume Miravitlles recogió en 1937, con personalidades tanto locales como internacionales, desde escritores a religiosos pasando por políticos. El resultado final es una especie de paseo entre aquellos que mostraron, en aquellos difíciles momentos, por la causa de la Generalitat republicana que en aquellos momentos tenía como presidente a Lluís Companys.

Es precisamente Companys el encargado de inaugurar el volumen con su firma y de manera simbólica este libro de oro, algo que hace acompañado en la misma página de la rúbrica de Josep Tarradellas, en aquel entonces con el cargo de conseller en cap.

Estamos en abril de 1937. Otro conseller, en esta ocasión el de cultura, Antoni Maria Sbert, sigue a continuación, en otra página, con un pequeño texto en el que rememora una velada organizada por el comisariado y en la que debieron participar el lingüista Pompeu Fabra y el general José Miaja, responsable de la defensa de Madrid y de visita en Cataluña, hasta el punto de considerarse «uno más en dicha obra», es decir, en la lucha contra las tropas del general Franco.

El libro es un fiel reflejo del interés por parte de la Generalitat de dar a conocer lo que se vivía en Cataluña, por lo que cualquier adhesión era bien recibida si se trataba de un nombre internacional de peso. Ese fue el caso de uno de los grandes iconos del Hollywood de ese momento. Hablamos de Errol Flynn quien llegó a Barcelona no como actor sino como una suerte de corresponsal de guerra para Hearst Press. Sus crónicas, publicadas después en la prensa francesa, no fueron del agrado de Miravitlles al descubrir que Flynn se había inventado que había sido herido en el frente.

Otro estadounidense, con más peso desde luego intelectualmente hablando, fue el escritor John Dos Passos, uno de los grandes nombres de las letras de aquel país, junto con Ernest Hemingway, presentes en la guerra de España. Dos Passos firmó el 27 de abril de 1937 durante su paso por Barcelona, donde tiene tiempo de visitar a Andreu Nin en la sede del POUM o de conversar con George Orwell. «Un cordial saludo a la nueva Cataluña y a la nueva Península Ibérica», escribió en el álbum.

Unas páginas más tarde encontramos a uno de los nombres de referencia republicanos intelectualmente hablando durante el conflicto bélico. Es Rafael Alberti quien copia unos versos de su poema «Defensa de Madrid, defensa de Cataluña», originalmente publicado en «El Mono Azul». En el libro, el autor de «Marinero en tierra» escribió: «¡Catalanes!: Cataluña/ vuestra hermosa madre tierra,/ tan de vuestros corazones/ como tan hermana nuestra,/ con un costado en el mar/ y entre montes la cabeza,/ soñando en sus libertades/ sus hijos manda a la guerra...» Al lado vemos también la rúbrica de su compañera: la escritora María Teresa León. Ya de vuelta en Madrid, en mayo de 1938, Alberti escribiría el poeta «Catalanes en Madrid» dedicado a Jaume Miravitlles y donde habla de «hermanos catalanes y germans castellanos».

Cabe decir que el ANC ha hecho un encomiable trabajo por intentar identificar a todos aquellos que participaron en esta obra, aunque alguno ha quedado sin identificar. Es el caso del escritor Carles Riba que se limita a añadir junto a su firma un sencillo «Present», en la página que comparte con los diputados en el Parlament de Cataluña Josep Xirau i Palau y Josep M. Millàs Raurell.