Lorca, un poeta granadino en un Nueva York de tebeo

No sabemos si Federico García Lorca leyó tebeos a lo largo de su corta vida. Sí sabemos que le fascinaba el dibujo y que él mismo fue un gran artista gráfico. Por tanto, seguramente le habría gustado que su vida o, mejor dicho, una parte de su vida y circunstancia se tradujera en viñetas. Eso es algo que logró realizar en 2016 el dibujante Carles Esquembre en un título ya fundamental en la bibliografía lorquiana sobre el autor de «La casa de Bernarda Alba». Ahora Planeta Cómic ha recuperado ese trabajo titulado «Lorca. Un poeta en Nueva York».

Esquembre está estos días en el Salón del Cómic de Barcelona presentando la reedición de ese álbum, así como «Las tres heridas de Miguel Hernández» donde ahonda en la tragedia del poeta de Orihuela. El autor, en declaraciones a este diario, rememoró cómo empezó a dibujar el paso de Lorca por la ciudad de los rascacielos abriendo la puerta a mucho cómic que se ha hecho después sobre García Lorca. Carles Esquembre fue el primero. «Tuve la suerte de que en ese momento no estaba libre de derechos. Fui por muchas editoriales y se me cerraban muchas puertas porque pensaban que se trataba de una adaptación de su poemario “Poeta en Nueva York”. Pero lo que estaba haciendo era contar su vida, así que me movía entre la biografía, el costumbrismo y la vanguardia que él vivió», contó el artista.

Precisamente la revolución artística y cultural que vivió Lorca, especialmente durante su estancia neoyorquina, impregna buena parte del muy documentado libro. Esquembre matizó que «la técnica que empleé para mi obra fue un homenaje a las vanguardias que él admiraba. Usé una ilustración fotográfica, algo que es tan denostado en el mundo del cómic. Sin embargo, a mi me interesó seguir una línea parecida a la de Man Ray. No se puede olvidar que Lorca quiso que “Poeta en Nueva York” fuera acompañado de fotografías, de postales».

Cuando Carles Esquembre profundizó en el Lorca de Nueva York, su idea era poder seguir al poeta en su segunda parada en aquel paseo por América: Cuba. «Mi idea era que Nueva York fuera tratado en blanco, negro y grises, y luego pasar a una explosión de color en La Habana, pero no me daba para tanto libro como era mi intención».

El autor del cómic se está especializando en vidas de poetas. Su labor está logrando que muchos lectores de cómic que no han leído versos, empiecen a interesarse por ellos. ¿Ha sido una de sus intenciones mientras dibujaba a Lorca y Hernández? «Pasa que para algunos la poesía se ve como un terreno árido, casi como un nicho. Mi intención fue siempre que estos libros fueran aproximaciones a la obra original, liberándome de lo académico. Eso es lo que ha hecho que tengan buena recepción, pero también ha sido así en el mundo académico», reflexionó Carles Esquembre quien recordó que ambas obras hablan entre sí por compartir un decorado común: las oficinas de la editorial Cruz y Raya de José Bergamín.