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Educación

Más de la mitad de los profesores en Cataluña están insatisfechos con su salario

Un estudio del sindicato USTEC sobre el malestar docente apunta que los sueldos de los maestros catalanes son hasta un 20% inferiores a los de la Comunidad de Madrid

CUNEF Universidad inicia el curso 2025-2026 con la incorporación de 47 nuevos profesores y un total de 4.900 estudiantes EUROPAPRESS

“Tenemos una escuela con una complejidad burocrática del siglo XXI, pero con salarios del siglo XX”. Este es el alegato que ha defendido este martes el sindicato Ustec-Stes (IAC). Porque más de la mitad del profesorado de Cataluña (58,15%) considera inadecuada su remuneración y un 67% entiende la insuficiencia salarial o la inestabilidad como uno de los principales motivos para abandonar la profesión. Así lo expone la segunda parte del estudio sobre el “malestar docente” que ha elaborado la asociación.

Entre los más de 10.000 profesionales encuestados, el informe ahonda en distintas cuestiones que influyen negativamente en los profesores. Entre ellas, se encuentran las “desmotivadoras” e “inadecuadas” condiciones laborales a las que se enfrenta el sector. “Un sistema educativo público de calidad no se puede sostener con profesionales agotados y mal pagados”, aseguró Yolanda Segura, la portavoz del sindicato.

Según el informe, los sueldos de los profesores catalanes son hasta un 20% inferiores a los de la Comunidad de Madrid, además de situarse por debajo de la media europea. Por eso, Ustec reclama un incremento del 25% en el sueldo de los docentes para revertir la pérdida de poder adquisitivo y hacer frente a una crisis de la vivienda “sin precedentes” derivada del “coste de vida actual”.

El análisis también muestra la tendencia de “desgaste estructural” que vive el profesorado catalán: un 75,83% de los encuestados cree que no tiene el tiempo suficiente para preparar las clases y un 63,96% considera “excesiva” la carga de trabajo de los maestros en Cataluña. A tal efecto, se atañe a la burocracia como el “principal factor de malestar” entre el profesorado.

“No es práctica. Hay una cantidad de pasos burocráticos terribles. No nos diferenciamos del resto de administraciones. Este tipo de tareas las hemos de hacer los docentes, cuando deberíamos centrarnos en programar las bases en el aula. Hay cuestiones administrativas para las que debe haber personal específico, pero hay asuntos del día a día, que se han burocratizado y esto resta a la práctica docente”, alegó Segura.

Otra de las medidas que recomienda implementar USTEC es la “reducción de las ratios”: el número de alumnos por aula o profesor. En concreto, un 79,18% de los maestros catalanes considera que son “demasiado elevadas”, por lo que el estudio propone un máximo de 20 estudiantes por clase en primaria, y de 25 en secundaria. “En 2º de ESO, tengo 32 alumnos y siete con trastornos de conducta. ¿Cómo puedo enseñar matemáticas?”, expone un profesor, cuya visión recoge el informe.

Así pues, dentro de las acciones a implementar, los profesores catalanes reclaman una reforma del calendario escolar, ya que se percibe como poco “funcional” y “desconectado de la convivencia educativa”. Por ello, los datos exponen que en Cataluña un 88,7% de los maestros prefieren la jornada compactada, así como un 67,4% quiere iniciar el curso después del 11 de septiembre. El curso escolar 2025-26 comenzó el día 8 de este mes.

Por otro lado, los resultados del informe exponen el malestar de los docentes respecto a su participación en decisiones educativas. Un 88,6% entiende que están reconocidos, pero sí excluidos de esta labor. “Solo un 21% de los profesores siente que se puede explicar libremente en un claustro. Tenemos escuelas menos democráticas y libres”, aseguró Xavier Díez, coordinador del grupo de trabajo que ha desarrollado el estudio.

Como consecuencia, se entiende que el prestigio de la profesión docente ha perdido valor respecto al pasado (95,5%): una pérdida vinculada a las condiciones laborales precarias y la falta de apoyo institucional. A su vez, Ustec-Stes expone que “el sistema no se adapta a las necesidades reales de los centros”, subrayando que un 88,12% critican la falta de recursos para la escuela inclusiva, mientras que un 72,94% desaprueban el currículum educativo actual.