Día del libro

Un masificado Sant Jordi muere de éxito

Con un incremento de las ventas en un 5 %, la jornada festiva de ayer fue una de las más concurridas que se recuerdan de los últimos años

Tal vez por aquello de que el año pasado Sant Jordi mostró una de sus peores caras con un breve pero duro temporal que mostró su peor cara, muchos hoy a primera hora de la mañana miraban el cielo barcelonés con algo de temor. Pese a que algo más allá de las diez de la mañana parecía que la jornada se iba a traducir en nubes, poco a poco aquel presagio desapareció para traducirse en un imponente día primaveral.

Si lo habitual es que el día del libro y la rosa se traduzca en calles a rebosar, pero hoy Sant Jordi murió de éxito. El centro de la capital catalana quedó colapsado muy pronto. La gente, en busca de libro y de la rúbrica de su autor favorito, se encargó de convertir la lectura en el principal protagonista del domingo en toda Cataluña. Y eso que había varios y contundentes rivales a los que plantar cara. Para empezar el domingo no es un día muy querido en una jornada como esta, pero las cosas salieron muy bien. A eso había que sumar propuestas que parecían rivalizar con Sant Jordi, como el partido del Barça y el Atlético de Madrid en el Camp Nou o la Feria de Abril que se celebra durante estos días en el Parque del Fórum de la capital catalana.

Vayamos a los más vendidos, según los datos proporcionados por el Gremio de Libreros de Cataluña. En ficción en castellano, la triunfadora fue «El ángel de la ciudad» de Eva García Saenz de Urturi, (Planeta), seguida de «Cómo (no) escribí nuestra historia» de Elisabet Benavent, (Suma), «El retrato de casada» de Maggie O’Farrell, (Libros del Asteroide), «El cuco de cristal» de Javier Castillo, (Suma) e «Hijos de la fábula» de Fernando Aramburu (Tusquets). En ficción en catalán el título más demandado fue «“Les nostres mares» de Gemma Ruiz Palà (Proa Editors), seguido de «32 de març»de Xavier Bosch (Univers), «El retrat de matrimoni» de Maggie O’Farrell (L’Altra), «Les calces al sol» de Regina Rodríguez Sirvent (La Campana) y «Demà, i demà, i demà» de Gabrielle Zevin (Periscopi).

En cuanto al terreno de no ficción en castellano, la obra triunfadora fue «Cómo hacer que te pasen cosas buenas» de Marián Rojas Estapé (Espasa), «Hábitos atómicos» de James Clear (Diana), «Encuentra tu persona vitamina» de Marián Rojas Estapé (Espasa), «El amor comienza por ti» de Curro Cañete (Planeta) y «Una historia compartida» de Julia Navarro (Plaza & Janés). En el mismo terreno, pero en catalán, el libro más vendido fue «Gran Enciclopèdia del Barça» de La Sotana (Blackie Books), «Crims: Pecats capitals» de Carles Porta, (La Campana), «De la sabana a Mart» de Xavier Sala i Martín (Rosa dels Vents), «Mitologia dels països catalans» de Daniel Rangil (Efadós) y «Si la memòria no ens falla» de Quim Monzó y Sergi Pàmies (Libros de La Vanguardia)

Desde la Cambra del Llibre, la entidad organizadora de la fiesta, ayer no se ocultaba que se habían cumplido las expectativas más optimistas, asegurando que era el Sant Jordi con más libros vendidos de la historia. Aunque no se han querido dar todavía cifras, sí se apuntó que subieron en un 5 por ciento las ventas por encima de las del pasado año que también fue de récord.

Los escritores, al igual que los lectores, fueron el motor de la fiesta. Eva García Sáenz de Urturi, la gran ganadora de Sant Jordi, al inicio de la jornada confesaba a este diario que estaba contenta por «encontrarme con los lectores de Barcelona que son los más fieles que tengo». Por delante tenía doce horas de firmas seguidas. A poca distancia, uno de los habituales del día, Enrique Vila-Matas dedicaba sus libros con su característico autorretrato de hombre con sombrero y gabardina, aunque lamentaba que «hayan puesto hoy un partido de fútbol. No entiendo ese empeño».

También había casos curiosos, como el del escritor Máximo Huerta que el día antes había celebrado en su pueblo valenciano de Buñol Sant Jordi de la mano de su librería. «Ahora he podido entender el papel gigante que tienen los libreros», dijo recordando que lo vivido el día antes «ha sido el acto más masivo realizado en Buñol y todo gracias a los libros».

Uno de los indiscutibles nombres más esperados era el realizador Pedro Almodóvar que traía con él su libro «El último sueño». Fueron muchos, muchísimos los que se acercaron a verlo y a solicitar su rúbrica, a veces no solo en su último trabajo editorial sino también en carteles –especialmente el de «Todo sobre mi madre– y alguna copia. «Es maravilloso que las calles se colapsen por los libros», aseguró.