Educación
Un millar de familias y profesores catalanes se unen para prohibir los móviles hasta los 16 años
La Generalitat sopesa el veto a los celulares en institutos y colegios
Un millar de personas se han sumado en pocos días a un grupo de WhatsApp en el que algunas familias y profesores de Barcelona se están organizando para «frenar la normalización» de entregar un teléfono móvil inteligente a los niños al cumplir 12 años, coincidiendo con la entrada a los institutos, y posponerla hasta los 16.
Elisabeth García Permanyer, promotora de este grupo, recalcó en una entrevista con EFE la importancia de esta iniciativa para que los niños no dispongan de móviles hasta una etapa más madura en la que estén «más preparados». Madre de tres hijos, de 7, 9 y 10 años, explicó que la idea de crear el grupo surgió tras escuchar, mientras los niños jugaban en el parque, la inquietud de otras mamás que habían decidido dar el teléfono móvil a sus hijos a los 12 años «para evitar que fuesen los pringados de la clase».
En este sentido, hace dos meses el consejero de Salud, Manel Balcells, se mostró preocupado por todo tipo de adicciones, incluida de las pantallas y teléfonos móviles. Avanzó que su ejecutivo está valorando una «ley pionera que prohibiría el uso de teléfonos móviles en los institutos y colegios», muy en la línea de este nuevo grupo de WhatsApp.
Cabe recordar que en 2015, el entonces titular de Educación, Josep Bargalló, afirmó que la Generalitat rechazaba la prohibición de los móviles en las aulas, como planteó el Gobierno, al considerar que su uso con fines pedagógicos es positivo, ya que no se puede dar «la espalda a los avances tecnológicos».
Del citado comentario despectivo sobre los niños sin móvil, surgió este pasado mes de octubre la idea de crear un grupo para «hacer piña» y compartir información. El grupo de Whatsapp se llama «Poblenou adolescencia libre de móviles» y se están añadiendo familias y educadores de todos los barrios de Barcelona y que en estos momentos reúne a 977 miembros.
En cuestión de pocos días, «de manera espontánea y sin hacer ningún esfuerzo», el grupo fue creciendo por lo que «hemos visto que hay un problema oculto» en el uso «institucionalizado de móviles inteligentes a edades tempranas» que está generando «mucha preocupación a las familias», afirmó la promotora de la iniciativa.
García Permanyer reconoció que se sintió «acompañada y aliviada» al descubrir que «hay muchas familias y profesores interesados sobre todo en que haya más concienciación social» y en «dar un paso atrás para dejar de normalizar la entrega de smartphones a los 12 años».
A su juicio, «no es posible que hayamos normalizado que un niño de 12 años deba tener un teléfono móvil» porque «los especialistas están diciendo que su cerebro no está preparado para gestionar lo que supone el acceso a internet», y cuando lo que tiene que hacer es «jugar, correr, saltar y comunicarse de una manera natural con sus amigos».
Por ello, ha propuesto que entre los 12 y los 16 años las acciones se encaminen a «educar en el uso de la tecnología móvil y sus riesgos a los niños». «Me niego a que mi hijo, con 11 años, tenga que estar preocupado por cuestiones de sexo o de violencia» porque «es algo que no le corresponde por edad, es demasiado pequeño», dijo García Permanyer.
Entre las acciones que plantean está promover charlas a niños, familias y profesores sobre los riesgos que implica el uso de los teléfonos a edades tan tempranas, insistió.
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