Necrológica

Muere Marta Ferrusola a los 89 años

La esposa del ex presidente de la Generalitat Jordi Pujol sufría alzhéimer desde 2018

Marta Ferrusola, la esposa del ex presidente de la Generalitat de Cataluña Jordi Pujol, ha fallecido hoy en Barcelona a los 89 años, según ha confirmado su entorno. Personaje polémico en muchas ocasiones por sus declaraciones públicas, había sido apartada de la investigación que realiza la Audiencia Nacional sobre los negocios de su familia al padecer alzhéimer desde 2018.

Nacida en Barcelona el 28 de junio de 1935, Ferrusola estudió en un colegio de monjas y, al terminar el bachillerato superior, trabajó en la tienda de su padre. Militante de Convergència Democrática de Catalunya, en 1954 conoció a Jordi Pujol, y en 1956 contrajeron matrimonio en el monasterio de Montserrat. El matrimonio tiene siete hijos: Jordi (1958), Marta (1959), Josep (1963), Pere (1965), Oriol (1966), Mireia (1969) y Oleguer (1972).

Fue profesora de gimnasia entre 1956 y 1975, años en que compaginó sus actividades de ama de casa con la jefatura de actividades deportivas de Convergencia Democrática de Catalunya.

El 24 de abril de 1980, se convirtió en la primera dama de Cataluña, al ser nombrado Jordi Pujol presidente de la Generalitat. Durante los 23 años de mandato de su marido, asumió cargos simbólicos en fundaciones y entidades de carácter benéfico. En este sentido, ejerció durante dos décadas como presidenta del comité organizador del Festival Internacional de la Infancia de Barcelona.

Empresaria, creó con la esposa de Carles Sumarroca, amigo personal de Jordi Pujol, la sociedad dedicada a la jardinería Hidroplant. Y desde el 2010 y hasta 2019, fue presidenta de la Fundación DiR, vinculada a la cadena de gimnasios del mismo nombre.

En diciembre de 2014 fue citada como imputada, junto a su marido y a tres de sus hijos -actualmente todos lo están- por presunto fraude fiscal y blanqueo de capitales en el marco de la investigación abierta sobre la fortuna que la familia ocultó supuestamente, durante más de tres décadas, en el extranjero.

La Fiscalía atribuía, no obstante, a Ferrusola un rol importante en las operaciones bancaria de los Pujol en Andorra, hasta el punto de considerarla como la principal gestora de la fortuna familiar en el país vecino, al menos hasta que los hijos abrieron allí sus cuentas. Entre la documentación manejada, figuraba un manuscrito, firmado por ella misma, en el que fingía ser "la madre superiora" de una congregación y ordenaba una transferencia de "dos misales" (dos millones de las antiguas pesetas) "a nuestra biblioteca del capellán de la parroquia". La policía entendió entonces que eran expresiones en clave y que el capellán era el mayor de sus hijos, Jordi Pujol. Pese a las evidencias, Ferrusola siempre lo negó, y en febrero de 2015, en la comisión del Parlament que investigaba las presuntas irregularidades cometidas por la familia, afirmó que sus hijos no tenían "ni un céntimo". "Van con una mano delante y otra detrás. Estoy muy orgullosa de ellos", añadió.

En julio de 2020, el juez De la Mata, instructor del caso en la Audiencia Nacional propuso sin embargo juzgarla -a ella y a toda la familia- por formar una organización criminal para enriquecerse durante décadas a través de actividades relacionados con la corrupción. De la Mata insistía en que el liderazgo de la organización estaba encarnado en Jordi Pujol y Marta Ferrusola quien, de hecho, detallaba, se autodenominaba la "madre superiora de la congregación".

En mayo de 2021, el juez Pedraz, sustituto de De la Mata tras la macha de éste a La Haya, la eximió sin embargo de la causa, a tenor de la demencia que padecía.

Su defensa había presentado meses antes un informe de la unidad de neurología del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona que certificaba que Ferrusola padecía alzhéimer desde 2018, enfermedad que se vio agravada por un accidente doméstico en agosto de 2020. En enero de 2021 había dado positivo en Covid, igual que su marido.