Parlament

El Parlament retira el escaño a Borràs y convoca el pleno para su relevo

Será el próximo viernes 9 de junio y ERC ofrece a Junts mantener el cargo para evitar que el PSC tenga opciones

Laura Borràs ya no es diputada del Parlament de Cataluña y ha sido cesada como presidenta de la Cámara de forma oficial. La Mesa, encabezada por la republicana Alba Vergés, fulminó a la posconvergente en una reunión extraordinaria este jueves por la tarde, apenas cuatro días después de las elecciones municipales. En concreto, acató, hizo efectiva la orden de la Junta Electoral y le retiró su escaño, con lo que deja de ser diputada y presidenta de la institución.

Vergés (ERC) también fijó fecha para votar la nueva presidencia del Parlament: será el próximo viernes 9 de junio a las 12:00 horas en un pleno extraordinario convocado expresamente para la ocasión. Sobre sus credenciales, pasarán al siguiente de la lista de Junts, Antoni Castellà.

La maniobra se ejecutó con el voto a favor de Esquerra, PSC y CUP en la Mesa –que habían insistido en que Borràs diera un paso al lado tras su condena– y en contra de Junts.

La decisión de quitar ya el escaño a Borràs se produce después de que el Supremo desestimara los recursos de la Cámara y de la propia dirigente contra la decisión de la Junta Electoral de retirarle el acta. El Parlament había retrasado la retirada de las credenciales a la posconvergente con el argumento de que estaba pendiente de que el Alto Tribunal resolviera sobre sus alegaciones.

Es más, a lo largo de la campaña del 28-M, Esquerra trató de ganar tiempo para evitar que la polémica estallase en plena campaña y Junts se lanzara en tromba contra los republicanos antes del 28-M.

Todo después de que el pasado 3 de mayo, la JEC procediera a la retirada del escaño a Borràs porque había sido condenada por el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) a cuatro años y medio de prisión y 13 de inhabilitación «como autora plenamente responsable del delito de prevaricación administrativa» y falsedad documental al declarar probado que ordenó fraccionar contratos públicos cuando dirigía la Institución de les Lletres Catalanes (ILC). El argumento es que, conforme a la Ley Electoral y a la jurisprudencia del Tribunal Supremo y del Tribunal Constitucional, una condena de inhabilitación por un delito como la prevaricación, aunque no sea firme, resulta incompatible con su continuidad como diputada.

Sea como fuere, lo cierto es que Laura Borràs ya no tiene escaño ni es presidenta del Parlament, y mantiene únicamente su cargo dentro de Junts tras ser condenada por corrupción. Una situación que ha dividido al partido en dos y ha acentuado las diferencias entre el sector más afín a Borràs y el más moderado, totalmente desmarcado de la polémica e incómodo con su figura. Ayer mismo, su círculo cercano aprovechó para cargar con dureza contra Esquerra y Alba Vergés por acelerar el proceso en la Cámara tras los comicios locales. Su mano derecha, Francesc de Dalmases, calificó la postura de los republicanos de «comportamiento cainita y mezquino» para pactar con el PSC y «eliminar a un rival político», según su diagnóstico.

ERC, no obstante, ha ofrecido ya a Junts mantener el cargo y decidir quién debe ocuparlo para evitar que el PSC tenga opciones. De hecho, en el frente independentista que quiere orquestar Pere Aragonès, el presidente incluye pactar la sustitución de Borràs con Junts. Y en la formación, el sector afín a la ya ex presidenta pide que sea ella quien decida el nombre, mientras suena Anna Erra (ex alcaldesa de Vic) como apuesta más oficialista.