Seis años del 27-O
Puigdemont reivindica la declaración unilateral de independencia: "No renunciaremos nunca"
"La mantenemos viva para cuando el independentismo en su conjunto sepa reunirse en una única estrategia, superando tentaciones partidistas", avisa
Carles Puigdemont ha roto de nuevo su silencio en plenas negociaciones con el PSOE, y lo ha hecho para reivindicar la declaración unilateral de independencia que él mismo impulsó hace seis años: "Ni hemos renunciado ni renunciaremos nunca", avisa el líder de Junts seis años después de que el Parlament consumara el desafío con su aprobación.
"Tenemos que procurar que todo lo que hagamos no comporte renuncias ni deconstruya lo que empezamos a construir hace seis años, a pesar de que a algunos les parezca poco y a otros les parezca demasiado", ha asegurado a través de las redes sociales, que el expresidente de la Generalitat utiliza a cuentagotas para algún aspecto de las negociaciones y presionar así con sus exigencias.
En el mensaje de este viernes, Puigdemont advierte de que el independentismo no ha renunciado a la declaración ni "renunciará, por más dificultades que haya y por más esfuerzos que algunos hagan por retractarse", y ha añadido que en estos seis años la han "preservado de la pulsión amnésica o devaluadora de algunos".
Y en este punto, el líder de Junts renueva el desafío y avisa con volver a aplicarla pese a la amnistía: "La mantenemos viva para cuando el independentismo en su conjunto sepa reunirse en una única estrategia, superando tentaciones partidistas".
El mensaje de Puigdemont en este sexto aniversario de la declaración unilateral de independencia llega con Junts y ERC enfrascados en las negociaciones con el PSOE para la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno. El posconvergente exige un relator internacional y el reconocimiento de Cataluña como "nación" en la amnistía, que da por descontada, además de otras contrapartidas económicas.
ERC, por su parte, aireó este jueves su malestar con los socialistas por el ritmo lento de las negociaciones y desveló otra de sus exigencias: que el 1-O no sea delito en el preámbulo de la Ley de amnistía. Una condición que filtraron a los medios coincidiendo con la reunión del ministro Félix Bolaños, de visita a Barcelona, con el portavoz republicano en el Parlament, Josep Maria Jové, para trasladarle su "preocupación y alarma".
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