PPA
¿Por qué el Ejército interviene en Barcelona para contener el brote de peste porcina?
El Ministerio de Defensa ha movilizado a unos 80 efectivos de la UME

El brote de peste porcina africana que se detectó el pasado viernes en Collserola ha llevado al Gobierno a desplegar la Unidad Militar de Emergencias (UME) en Barcelona. Se trata de una medida excepcional con la que se pretende evitar la propagación de un virus altamente resistente que, aunque no afecta a las personas, representa una grave amenaza para el sector porcino catalán.
El Ministerio de Defensa ha movilizado a unos 80 efectivos de la UME, que trabajan en coordinación con los Agents Rurals. Sus principales acciones consisten en desinfectar accesos, instalar barreras de control, reforzar la vigilancia en los perímetros afectados y colaborar en la retirada de posibles animales infectados.
La presencia del Ejército en la zona se debe a la necesidad de coordinar las actuaciones en un área de difícil acceso y con una alta población de jabalíes. La peste porcina africana puede sobrevivir durante semanas en restos orgánicos, ropa o vehículo.
El foco inicial se detectó en una zona forestal de Cerdanyola del Vallès, dentro del parque natural de Collserola. Desde entonces, se ha decretado el cierre de accesos en 64 municipios de la provincia de Barcelona, con restricciones que van desde la prohibición total de entrar en determinadas zonas hasta limitaciones de movilidad y de actividades como pasear, correr o ir en bici.
Estos son los 64 municipios con restricciones
El plan de contención se organiza en dos partes. Por un lado, la más estricta, abarca una zona de hasta seis kilómetros de radio desde el punto donde se ha detectado el brote. En esta área, que incluye 12 municipios, está totalmente prohibido acceder al entorno natural. No se permite ni caminar, ni correr, ni sacar el perro, ni ir en bici, ni cazar, ni siquiera circular en coche.
Por otro lado, la Generalitat también ha delimitado un segundo perímetro de seguridad de hasta 20 kilómetros donde las restricciones son más leves, aunque hay algunas actividades limitadas y sobre todo, que implican un mayor control.
Las restricciones alcanzan a municipios como Barcelona, Badalona, Sant Feliu de Llobregat, Terrassa, Rubí, Sabadell y Sant Cugat. En la zona de seis kilómetros, localidades como Montcada i Reixac, Barberà del Vallès y Ripollet tienen completamente cerrado el acceso al entorno forestal.