Opinión

¿En qué idioma hablan los jóvenes?

Deberían plantearse darle a la Generalitat el premio Cervantes por su contribución a la difusión del castellano.

Primer tomo del Diccionario de autoridades
Primer tomo del Diccionario de autoridadesRAE

Todos los que tenemos una cierta edad y recibimos wasaps o comunicaciones de jóvenes nos damos cuenta que han inventado un lenguaje prácticamente nuevo, de signos, abreviaturas, emoticonos, expresiones, etc. A veces nos chirría la vista ver como por ejemplo en lugar de escribir «porqué» escriben «pqe» o como ante una noticia agradable envían una especie de sol sonriente.

Hay gente que se indigna con ello, pero no podemos olvidar que el lenguaje es cambiante. Aunque no estaría de más que nuestros jóvenes leyesen más libros y cuidasen el lenguaje, comunicarse al final solo a base de estos signos es sin duda un empobrecimiento. El mundo actual, quizás como todas las épocas aunque algunos se nieguen a reconocerlo, tiene sus propias reglas, y en cuestiones lingüísticas siempre es mejor aconsejar que imponer.

De ahí que me parezca paradójica la obsesión monolingüística de la Generalitat y demás acompañantes, porque la realidad es la que es, por ejemplo la mía que es la que conozco más cercana, es la de un castellanoparlante, casado con una catalanoparlante cuyos hijos hablan con la familia materna en catalán, con la paterna en castellano, y con nosotros también en castellano porque teníamos claro que en el colegio las clases las iban a tener en catalán. Afortunadamente nuestros hijos hablan perfectamente inglés y francés y cuando nosotros vemos en la televisión las películas traducidas, ellos están delante de los ordenadores viendo sus series predilectas en lenguaje original.

Si es verdad que se está produciendo un fenómeno curioso y que coincide con el espíritu rebelde de los jóvenes en general. Recuerdo por ejemplo haber visto a hijos de familias muy nacionalistas hablar entre ellos en castellano y cuando pregunté por qué, saber que lo hacían como gesto de rebeldía porque ellos solo hablaban en catalán en casa, les daban las clases en catalán y los medios y la televisión que veían eran en el mismo idioma.

Franco, que hoy en día sirve para un barrido y para un descosido, y al que sacan a pasear por todas partes, cometió el error de no promocionar la lengua catalana, aunque se siguiesen publicando libros y por supuesto se hablase de forma particular sin ningún problema, pero sí es cierto que esa discriminación del catalán provoco una aproximación, especialmente en la juventud rebelde por naturaleza, hacia un bien cultural que debe ser preservado y auspiciado. Ahora el problema es a la inversa, la imposición lleva a la rebeldía y el castellano en Cataluña gana adeptos entre quienes se rebelan contra esa imposición. En definitiva cuanto más lo pretendan imponer, más castellano hablará la gente y más nuestros jóvenes, quizás deberían plantearse darle a la Generalitat el premio Cervantes por su contribución a la difusión del castellano.