La Sagrada Familia apuesta por el arte más contemporáneo para concluir la fachada de la Gloria. Tres importantes creadores han sido elegidos para presentar sus proyectos a la junta constructora del templo que tendrá que escoger entre el mallorquín Miquel Barceló, la vasca Cristina Iglesias y el mexicano Javier Marín. Los tres, según ha podido saber este diario de fuentes cercanas a la obra de Gaudí, han aceptado el reto. De todos ellos es Barceló el único que públicamente había mostrado su predisposición a trabajar en la Sagrada Familia, como aseguró el pasado mes de octubre, planteando un gran mural cerámico para la fachada de la Gloria.

La fachada de la Gloria es la última gran fase de la construcción de la Basílica, cuya construcción previsiblemente estaría terminada en un plazo de diez años, sin contar los elementos decorativos. Actualmente, lo esfuerzos en la construcción están centrados en la torre de Jesús, la más alta de la Sagrada Familia y que contará con una cruz mirador en la cima. Esta torre se prevé culminar al final de este año para ser inaugurada en junio de 2026, coincidiendo con los actos de celebración del centenario de la muerte de Antoni Gaudí.

En paralelo, la Sagrada Familia ha iniciado este 2025 la construcción vertical de la fachada de la Gloria, el acceso principal.

El proyecto contempla que el acceso a esta entrada de la Gloria sea mediante una escalinata construida por encima de la calle Mallorca que aún está en negociación con el ayuntamiento y los vecinos, porque supondría la expropiación y demolición de algunos bloques de viviendas.

De momento, de la fachada de la Gloria solo están puestos los fundamentos, sobre los que se alzarán cuatro torres, junto con el resto de los elementos arquitectónicos, durante los próximos años. Para la fachada está previsto en el futuro una extensa decoración, que contará con un centenar de figuras.