Prevención

Salud pone en marcha un plan para luchar contra la obesidad infantil

Éste se empezará a implementar a partir de septiembre a través de 28 Equipos de Atención Primaria y su estrategia se basa en dos tipos de intervenciones: la asistencial y la comunitaria

Obesidad infantil.
Obesidad infantil. Dreamstime

Un 12,6% de los niños entre 6 y 12 años en Cataluña sufre obesidad, los cuales tienen un 70% de probabilidades de ser adultos con obesidad y al respecto cabe señalar que esta condición favorece la aparición de patologías, como la diabetes, cáncer, artrosis o enfermedades cardiovasculares. De hecho, se estima que anualmente más de 2,8 millones de personas mueren prematuramente por obesidad o sobrepeso.

Por lo tanto, como admitía el conseller de Salud, Manel Balcells, "la obesidad es un problema de salud pública, que en la edad adulta provoca problemas los cuales son prevenibles con un abordaje integral y comunitario". Es por ello que el Departamento de Salud ha puesto en marcha un plan para combatir la obesidad infantil, el cual se suma a las intervenciones que ya se pusieron en marcha en el contexto del PAAS enfocadas a la facilitación de entornos promotores de salud y a una mejora de la alfabetización de la población en materia de salud.

Dos líneas de actuación

Y puesto que se ha comprobado que existe una correlación entre el porcentaje de obesidad y el nivel socioeconómico de la población, que se traduciría en una prevalencia ocho veces más alta en zonas de bajo nivel económico respecto a aquellas con un alto nivel, como sería el caso de La Mina y Sarriá, las estrategias de dicho plan deben ser multifactoriales, intersectoriales y multinivel, han de tener en cuenta aspectos individuales y de entorno y estar centradas tanto en el niño como en su familia, así como deben actuar sobre la alimentación, la actividad física, el sedentarismo, las horas de sueño y el apoyo emocional.

Por lo tanto, el plan contempla una doble línea de actuación. Por un lado, prevé una intervención asistencial en el marco del programa Infancia y Salud, que contempla, en un primer nivel, la difusión de consejos y recomendaciones para llevar una vida saludable a nivel global, pero en aquellos casos en los que ya existe un problema de exceso de peso, establece una seguimiento más intensivo del niño y, en un tercer nivel, si ese problema se cronifica, entra en acción un nutricionista, un referente emocional y los recursos de promoción de la actividad física del entorno comunitario para llevar a cabo una intervención intensiva durante seis meses para tratar de revertir la situación.

Por otro lado, el plan se fundamenta también en una intervención desde la vertiente comunitaria, que requiere de un compromiso por parte de las entidades y agentes que trabajan en una zona determinada para llevar a cabo todas aquellas acciones a su alcance que favorezcan la mejora de la salud de la población. Y, en este contexto, por ejemplo, el sector comercial debe apostar por una oferta lo más saludable posible, se revisan los menús escolares, los centros de promoción de la actividad física han de implicarse en el fomento de la misma en el comunidad...En definitiva, se trata de favorecer e impulsar todas aquellas actividades comunitarias generadoras de salud

Al respecto, la secretaria de salud pública Carmen Cabezas, explicó durante la presentación de dicho plan que "la intervención comunitaria empieza con un diagnóstico de lo que está creando obesidad en el barrio y, en consecuencia, en el marco de la misma, se debe impulsar un cambio del entorno", mientras que acerca de la intervención asistencial comentó que "debe centrarse en la promoción de la crianza positiva, pero con límites, y de una serie de pautas saludables como el mínimo de las 9 horas de sueño, las cinco raciones de fruta y verdura al día, la práctica de actividad física durante una hora, un máximo de dos horas de ocio sedentario y el consumo de 0 productos azucarados y ultraprocesados".

Éxito en La Mina

Este plan es fruto de una prueba piloto que se desplegó en el barrio de La Mina, donde hay una mayor prevalencia de la obesidad, entre febrero de 2021 y diciembre de 2022 y que, pese a que la irrupción de la COVID-19 no permitió desplegar su vertiente más comunitaria de forma íntegra y profunda, dio buenos resultados. Fueron llamados a participar en la misma 141 niños derivados por el equipo de pediatría, pero finalmente solo un centenar participó en el proceso, durante el cual se alcanzó una media de entre 3 y 4 acuerdos por niño/familia, siendo aquellos relacionados con la alimentación los más escogidos y los vinculados con el uso de las pantallas, los menos.

Al término de la prueba, solo 50 niños habían finalizado el proceso y los acuerdos relativos al sueño fueron los que más se cumplieron, pero, en cualquier caso, se evidenciaron mejoras en todos los ámbitos relacionados con los hábitos saludables: la ingesta de frutas, hortalizas, legumbres y frutos secos aumentó, la media de horas de sueño diarias pasó de 9,2 a 9,2, mientras que el tiempo de exposición a las pantallas se redujo de las 4,7 horas diarias a 3,4. Además, a la conclusión de la prueba piloto, se evidenció un incremento de las horas de deporte semanal al pasar de las 0,3 a las 3,2 horas, así como de aquellas dedicadas diariamente al juego activo. Al respecto, el dato más significativo es que al inicio de la intervención, el Índice de Masa Corporal de los participantes era de 26,4 de media y a la conclusión éste había caído hasta el 25.4.

Antes estos resultados, el Departamento de Salud empieza ahora el despliegue progresivo de este plan en toda Cataluña. Entre los meses de mayo y julio está prevista la formación de los profesionales y a partir de septiembre se iniciará su implementación en los diferentes centros, priorizando los de aquellas zonas en los que la prevalencia de la obesidad sea más elevada y el nivel socioeconómico, más bajo. Así, en una primera fase se desarrollará en 28 Equipos de Atención Primaria (EAP) para su posterior evaluación y consiguiente expansión por todo el territorio.

Sobre este nuevo plan, el conseller Balcells quiso dejar claro que "sin la participación comunitaria, sin el mundo laboral y sin haber fortalecido previamente la primaria con nuevos perfiles, como el del nutricionista o el referente emocional, este plan no sería posible". Por su parte, Cabezas indició que "el objetivo del plan es. como mínimo, que la prevalencia de la obesidad se mantenga". "Es muy difícil conseguir que ésta baje"