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Investigación médica

Una terapia génica in vivo promete revolucionar el campo de las CAR-T

El innovador tratamiento se basa en generar células T modificadas directamente dentro del cuerpo del paciente, haciendo la terapia más accesible y facilitando así que llegue a más pacientes

Las terapias CAR-T logran grandes resultados médicos larazon

Las terapias con células CAR- T han demostrado una gran eficacia en el tratamiento de los tumores líquidos, sin embargo su preparación y uso requieren mucha manipulación en un contexto de máxima bioseguridad y esterilidad, algo que no todos los centros tienen capacidad de hacer. Además, el procedimiento resulta muy costoso a nivel económico y exige tiempo, de manera que todo ello limita el número de pacientes que pueden ser tratados con la misma.

Esta terapia parte de la evidencia que el sistema inmunitario hace frente a las sustancias extrañas que entran en el organismo a partir de reconocerlas gracias a la búsqueda de proteínas en la superficie de esas células, que se llaman antígenos. Entonces, las células del sistema inmune conocidas como linfocitos T se unen a esos antígenos mediante sus propias proteínas, los receptores, y de esta manera favorecen que el sistema inmunitario elimine esa sustancia extraña.

En esta línea, las células tumorales cuentan con sus propios antígenos, pero para que los linfocitos puedan adherirse a las mismas han de tener los receptores adecuados para esa sustancia extraña en concreto y es ahí donde es necesaria la manipulación humana de esas células inmunitarias, que son alteradas en el laboratorio para que puedan encontrar y unirse a los antígenos de las células tumorales.

Un procedimiento complejo

Ello requiere, en primer lugar, la obtención de los linfocitos de la sangre del paciente mediante lo que se conoce como leucoferesis para a continuación añadirles en el laboratorio un gen con el receptor quimérico de antígenos (CAR) que debe permitirles adherirse al antígeno específico de las células del tumor. Puesto que cada tipo de cáncer tiene su propio antígeno, hay que desarrollar un CAR para el antígeno de cada uno de ellos.

Posteriormente, esas células modificadas han de ser producidas y multiplicadas para a continuación devolverlas al paciente, que en ocasiones se ha sometido a quimioterapia previa para ayudar a limpiar el sistema inmune para que la terapia funcione mejor.

En definitiva, se trata de un procedimiento lento, costoso y que requiere unas condiciones de trabajo que muy pocos centros pueden garantizar, lo que supone un obstáculo a la hora de hacer accesible su uso. Sin embargo, se está trabajando en un nuevo enfoque de esta terapia CAR-T que podría superar esos límites, cuyos últimos avances ha presentado el doctor Saar Gill, profesor asociado de Medicina en la División de Hematología y Oncología de la Universidad de Pensilvania, en el marco del 2º Simposio sobre terapias celulares en oncología organizado por VHIO y la Fundación BBVA en Barcelona.

Un abordaje innovador

La propuesta del Gill se basa en generar células T modificadas in vivo, es decir directamente dentro del cuerpo del paciente y ya no en laboratorio como se ha de hacer en la actualidad. Para ello, "se inyecta al paciente vía intravenosa un lentivirus que hace de vector viral y envía el transgen que te interesa, que en este caso es el CAR-T, a donde a ti te interesa, que es el linfocito T, y al infectarlo, hace que se exprese ese CAR-T en el linfocito T", explica la doctora Alena Gros, jefa del Grupo de Inmunoterapia de los Tumores, responsable del programa de Terapias Avanzadas del VHIO y organizadora del simposio, quien al respecto comenta que "de esta manera, se podría . tratar a todos los pacientes que quisiésemos, porque es una aproximación mucho más sencilla y menos costosa al evitar toda esta manipulación ex vivo".

Por el momento, esta nueva terapia está mostrando muy buenos resultados en el ensayo clínico que la empresa biotecnológica Interius BioTherapeutics, cofundada por Gill, está desarrollando. "Aunque la investigación está aún en una fase muy temprana, tiene muy buena pinta", destaca la doctora Gros, quien asegura que este nuevo enfoque es "una potencial revolución porque hace la terapia más accesible y facilita que llegue a más pacientes".

Además, como constata la organizadora del Simposio, "con la terapia in vivo no se puede usar la quimioterapia previa para limpiar, porque eso supondría acabar con los linfocitos", lo cual es una ventaja más. "Cuantas más cosas tengas que combinar, peor", asegura Gros, quien además recuerda que "la quimioterapia tiene efectos secundarios, que con esta nueva terapia, se evitarían".