Cataluña

Las Terres de l’Ebre, arrasadas por el fuego y el abandono rural

El incendio de Paüls quemó más de 3.300 hectáreas y se cobró la vida de un bombero

Una zona afectada por el incendio, a 9 de julio de 2025, en Xerta, Tarragona, Catalunya (España). Los Bombers de la Generalitat han logrado estabilizar el incendio de Paüls (Tarragona), que se inició el pasado lunes, 7 de julio, a mediodía y ya ha quemado 3.321 hectáreas, pero de momento mantendrán un confinamiento "flexible" de la población por motivos de seguridad, ya que su carretera es un punto elevado de medios de extinción. 09 JULIO 2025;BOMBEROS;INCENDIO;CONFINAMIENTO;EXTINCIÓN Loren...
El incendio de Paüls (Tarragona)Lorena SopênaEuropa Press

El mayor incendio forestal de lo que llevamos de año en Cataluña arrasó más de 3.300 hectáreas en Tarragona, la mayoría de ellas agrícolas, y obligó a confinar a unas 18.000 personas durante varias horas. El pasado jueves, los Bomberos de la Generalitat lograron controlar el perímetro del fuego tras tres noches de trabajos.

Tras el fuego y con el paisaje teñido del gris de las cenizas, un problema crónico en Cataluña ha vuelto a quedar en evidencia: el abandono rural de municipios envejecidos y despoblados.

Los vecinos de algunos de los territorios afectados por el incendio en las Terres de l’Ebre como Paüls, Aldover, Tivenys, Alfara de Carles, Xerta, Jesús, Bítem, Pinell de Brai, Prat de Comte o Roquetes, coinciden junto a sus alcaldes que la despoblación que sufre la zona desde hace décadas es un problema crónico que no mejora.

Según datos del Idescat, el 42% de los municipios de las Terres de l’Ebre pierden población cada año, y en Paüls, que ha sido el epicentro del incendio, quedan apenas 500 habitantes, la mitad que hace décadas y la mayoría personas mayores. «De aquí todo el mundo se va», lamenta Joan Lluís Celma, vecino del pueblo de 82 años, en declaraciones a El País. Joan Lluís se enteró el pasado lunes de las llamas que rodeaban Paüls porque un vecino le avisó. Otro vecino se queja, en palabras al mismo medio, que «aquí nos tienen abandonados. Cataluña es Barcelona y Girona, el resto no pintamos nada».

El abandono rural provoca la pérdida de actividad agraria y forestal en las zonas, lo que facilita un avance descontrolado del bosque, donde la maleza y los árboles, según los expertos, actúan como combustible. En este mismo sentido se expresó el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, durante el incendio de Torrefeta i Florejacs, a principios de mes. Preguntado por las medidas de prevención ante incendios como el de Lleida, Illa valoró que en Cataluña «hay demasiada masa forestal» y auguró un verano complicado por las altas temperaturas y la probabilidad de más incendios.

El abandono agrícola, así como el de cultivos tradicionales (por ejemplo los de olivos, almendros y viñedos) ha transformado el paisaje forestal en uno propicio para incendios, ya que sin agricultores ni ganaderos, la masa forestal densa crece. Los alcaldes de los pueblos piden medidas no solo de emergencia, sino también para el futuro. «La cantidad de masa forestal que nos rodea es inabarcable», señaló Enric Adell, alcalde de Paüls, a El País.

En este mismo sentido, muchos líderes de consistorios en Cataluña están a la espera del Estatut de Municipis Rurales que el Parlament de Cataluña espera aprobar a partir de 2025. Actualmente, de los 947 municipios que hay en Cataluña, 593 cuentan con menos de 2.000 habitantes, lo que representa aproximadamente el 63% del total, y 332 de ellos tienen menos de 500 ciudadanos.

El incendio de Tarragona

El incendio de Paüls, en el Baix Ebre, Tarragona, quemó 3.321 hectáreas en total, según informó el cuerpo de los Bomberos de la Generalitat. Sobre las 14:17 horas de la tarde del pasado jueves, falleció un auxiliar del Equipo de Prevención Activa Forestal de los Bomberos.

La víctima, de 46 años, murió mientras trabajaba en la zona escarpada del flanco derecho del incendio, entre Paüls y Alfara de Carles. El auxiliar se precipitó por un desnivel de más de 20 metro.