Investigación

Un tratamiento puede devolver a las células madre su capacidad reparadora en la diabetes tipo 2

Abre la posibilidad a desarrollar terapias más seguras y personalizadas

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Un equipo del Institut de Recerca Sant Pau (IR Sant Pau) ha descubierto que el tratamiento con factor de crecimiento fibroblástico básico (bFGF) puede revertir las alteraciones funcionales de las células madre derivadas del tejido adiposo en personas con diabetes tipo 2, devolviéndoles su capacidad reparadora.

Los hallazgos, publicados en 'Diabetologia', revelan que el tratamiento con bFGF modifica el perfil génico de las células con la regulación de microARN implicados en la reparación vascular, y "abren la puerta" a terapias más seguras y personalizadas, informa el IR Sant Pau en un comunicado de este miércoles.

Se obtuvieron muestras de tejido adiposo subcutáneo y visceral de cada uno de los 8 pacientes que participaron en el estudio, 4 con diabetes tipo 2 y obesidad mórbida y 4 no diabéticos normopeso.

A partir de estas muestras se aislaron las células madre, que se cultivaron durante nueve días en presencia de bFGF, una proteína "ampliamente estudiada" por su papel en el crecimiento celular, la cicatrización y la formación de vasos sanguíneos.

El tratamiento demostró ser "altamente eficaz": las células derivadas de pacientes con diabetes, que inicialmente mostraban una proliferación muy limitada y una menor capacidad de migración, recuperaron su potencial de proliferación y migración, comportándose de manera similar a las células de personas sin diabetes.

Este efecto fue "notable" en las procedentes del tejido adiposo visceral, las más afectadas por la inflamación y el estrés metabólico característicos de la enfermedad; y para evaluar si esta recuperación se traducía en una mejora funcional, el equipo llevó a cabo diferentes ensayos in vitro o funcionales y en modelos animales.

Cultivos

En cultivos tridimensionales y en pruebas realizadas en ratones, las células tratadas con bFGF mostraron una mayor capacidad para organizarse en estructuras capilares y generar nuevos vasos sanguíneos, "lo que confirma que el tratamiento restaura su potencial angiogénico y reparador".

Analizaron el perfil de miRNA, pequeñas moléculas que actúan como 'interruptores génicos' y regulan la actividad de genes implicados en procesos como la proliferación celular, la formación de vasos sanguíneos o el envejecimiento celular, y vieron que el tratamiento con bFGF "logró restablecer parte de este equilibrio perdido".

Los investigadores observaron una reducción de miR-24, miR-145 y miR-140 --vinculados a la inhibición del crecimiento y la senescencia celular-- y un aumento de miR-17, un regulador positivo de la proliferación y la supervivencia: se reactivaron rutas moleculares "esenciales" para la formación y reparación de los vasos sanguíneos.

La investigadora principal del estudio y responsable del grupo de Terapia Celular y Angiogénesis en la Patología Isquémica de IR Sant Pau, Gemma Arderiu, ha defendido que el tratamiento con bFGF consigue restaurar funciones celulares que "estaban gravemente deterioradas".