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Navidad

El turrón más antiguo de España se hace en Cataluña

En la Península Ibérica, las referencias al turrón son mucho más antiguas de lo que podríamos imaginar: datan de 1223

Surtido de turrones La Razón

Llega la Navidad, y con ella, toda la magia de las tradiciones, las reuniones familiares y la gastronomía que caracteriza estas fechas. Entre luces, villancicos y momentos entrañables, hay un dulce que nunca falta en las mesas españolas: el turrón. En España, y en Cataluña en particular, este manjar típico se ha convertido en un símbolo de la Navidad, deleitando cada año a generaciones con su sabor inconfundible y su historia centenaria.

Orígenes medievales: entre monjes y recetas ancestrales

En la Península Ibérica, las referencias al turrón son mucho más antiguas de lo que podríamos imaginar. Entre 1221 y 1223, el monje Pere Ferrer, originario de Tàrrega, mencionó los terrones (una versión primitiva del turrón) en el Costumbrario del Monasterio de Sant Cugat, describiéndolos como un alimento tradicional de Navidad y Semana Santa.

La primera referencia al turrón elaborado con miel aparece en El libro de Sent Soví, un recetario catalán de 1324, aunque sin explicar su preparación. Poco después, el Libro de todas las maneras de confites del mismo siglo describe la receta del turrón de avellanas, cuya fórmula sería la base del turrón característico de Agramunt. Este dulce medieval combinaba avellanas enteras o almendras con miel, clara de huevo y obleas, técnicas que han llegado prácticamente intactas a nuestros días.

Agramunt y su tradición turronera

La primera referencia documentada del turrón es en Agramunt, un pequeño municipio de la provincia de Lérida. Aparece en 1741, en unas cartas de la familia Siscar, nobles de la villa. En aquella época, el oficio de turronero era uno de los más comunes en el pueblo, complementando los ingresos de las familias campesinas. Para el siglo XVII, la elaboración de turrones y chocolates ya era una tradición consolidada en el municipio ilerdense.

A lo largo de los siglos, Agramunt se ha mantenido como uno de los epicentros de la producción turronera en España, junto a Jijona, Biar y otros municipios destacados. En 1984, el turrón de Agramunt obtuvo la Indicación Geográfica Protegida (IGP), que certifica su calidad y autenticidad, exigiendo el uso de recetas tradicionales y materias primas locales.

El origen del turrón está envuelto en leyendas. Algunas versiones lo atribuyen a un concurso árabe para crear un alimento duradero para los ejércitos; otras, a un artesano barcelonés llamado Turró. También se menciona su uso como alimento energético para atletas griegos y legionarios romanos.

El término turrón parece derivar del catalán torrat (tostado), en alusión a la mezcla de miel y frutos secos que se cocía al fuego, o de terrón, como lo llamaban los monjes medievales del Monasterio de Sant Cugat.

Un legado que perdura

Hoy en día, Agramunt celebra cada octubre su Feria del Turrón y el Chocolate a la Piedra, atrayendo a miles de visitantes para disfrutar de este dulce en todas sus variedades: duro, blando, de chocolate o incluso innovaciones modernas. Pero el clásico, con su textura suave y su equilibrio perfecto de miel, frutos secos y oblea, sigue siendo el rey.

Visitar Agramunt es sumergirse en una tradición viva, donde el pasado y el presente se combinan en cada bocado. Un verdadero emblema de la gastronomía catalana que sigue conquistando paladares en todo el mundo.