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¿Cómo se miden las olas gigantes de Nazaré? Te lo explicamos

Muchos surfistas han batido récords en las costas de Nazaré, pero el método que se usa para medir el tamaño de las olas puede dar lugar a confusiones.

En la Costa da Prata portuguesa se encuentra Nazaré, un pueblo conocido en todo el mundo por el tamaño descomunal de las olas que se forman frente a su costa, superando con frecuencia la decena de metros de altura. De hecho, muchas de las olas más altas jamás surfeadas se han cabalgado aquí. Por ejemplo, en 2011, el surfista Garret McNamara conquistó una ola récord de 23,8 metros en Nazaré, una marca que fue batida en 2018 por Rodrigo Koxa, que surfeó otra de 24,4 metros en el mismo lugar.

Ahora bien, ¿por qué se forman olas tan grandes frente a este pueblo en particular? ¿Y cómo se mide exactamente la altura de estas olas monstruosas para determinar si quién las ha surfeado ha batido el récord anterior?

Formación de olas gigantes

Las olas gigantes que se forman frente a la costa de Nazaré alcanzan su gran tamaño gracias a la confluencia de varios factores. El más significativo de todos es el llamado «Cañón de Nazaré», un desfiladero submarino de unos 230 kilómetros de longitud y hasta 5 kilómetros de profundidad máxima que desemboca en la costa de este pueblo. Este cañón actúa como una especie de embudo (salvando mucho las distancias) que tiende a redirigir la energía de las olas y focalizarlas en dirección a Nazaré.

A la presencia del cañón hay que añadir que su profundidad disminuye a un ritmo relativamente elevado cerca de la costa. Como resultado, a medida que las olas se acercan hacia Nazaré y se adentran en aguas cada vez menos profundas, la distancia que las separa disminuye y su altura incrementa aún más.

El cañón submarino de Nazaré
El cañón submarino de NazarélarazonNASA

Por otro lado, las olas que viajan por la plataforma continental que rodea el cañón tienden a interferir de forma constructiva con las que recorren su superficie en dirección a Nazaré, transfiriéndoles parte de su energía y contribuyendo a su crecimiento. Y, para rematar el asunto, las condiciones marinas del lugar producen una corriente que se propaga desde la costa hacia el mar y que aumenta más el tamaño de las olas cuando interactúa con ellas.

Teniendo en cuenta todos estos factores, no es de extrañar que en Nazaré se formen algunas de las olas más grandes e impresionantes del mundo. Lo que no es tan impresionante es el método que se utiliza para medirlas.

Predicciones de olas costeras

Hace unas semanas explicamos qué que medir las olas en mar abierto es una tarea más complicada de lo que parece porque las variaciones de altura que registran las boyas no permiten distinguir cada ola individual que pasa por debajo de ellas, ya que están todas solapadas y llegan desde direcciones diferentes. Como resultado, el oleaje en mar abierto se mide utilizando patrones estadísticos.

En cambio, predecir la altura del oleaje en las zonas costeras es un proceso más directo porque las olas tienden a adoptar una dirección preferente a medida que se acercan a tierra firme y la separación entre cada una de ellas está mejor delimitada que en mar abierto. En este caso, es posible predecir la altura de las olas que llegarán hasta un punto concreto de la costa utilizando modelos matemáticos que tienen en cuenta parámetros como la fuerza del viento y la dirección en la que sopla, el estado de las mareas, el oleaje de fondo y la topografía submarina de la zona en cuestión.

Pero, de nuevo, estos modelos no son capaces de predecir qué altura tendrá cada ola individual que llegará hasta la costa, sino que sólo proporcionan una cifra que refleja la altura general del oleaje en un lugar y un momento concreto. Si lo que necesita es conocer el tamaño de una ola en concreto que ha sido cabalgada durante una competición de surf, el método que se utiliza es un poco menos... Sofisticado.

Cómo medir una ola récord

El WSL Big Wave Award es una competición anual de surf que premia las diferentes hazañas en diferentes categorías, como la «ola del año», la «remada del año» o la ola más grande surfeada. Esta última es la que nos interesa, porque, como explica el juez de olas grandes y editor del portal SURFER, Grant Ellis, la altura de las olas que ha surfeado cada participante se mide en base a fotografías y videos del momento en el que la estaba cabalgando. Conociendo la altura de cada surfista y aproximando cuánto se encogen cuando están agachados sobre la tabla, los jueces calculan la altura de la ola de manera aproximada.

Como podréis imaginar, este método no es exacto y las estimaciones hechas por diferentes personas pueden dar lugar a confusiones. Por ejemplo, el 14 de diciembre de 2018 se anunció que el surfista Tom Butler podría haber coronado una ola de 100 pies (33,3 metros), superando el récord de 24,4 metros de Rodrigo Koxa. Pero, aunque esta noticia recorrió las redes como la pólvora en su momento, los portales de noticias de surf no volvieron a mencionar nada de esta marca en 2019 y el libro Guinness sigue mostrando el récord de Koxa, por lo que lo más probable es que una medición más precisa de la ola arrojara una cifra inferior a los 33,3 metros que se le estimaron al principio.

Otro caso similar le ocurrió Garrett McNamara. En 2013, muchos medios de comunicación anunciaron que había surfeado una ola que superaba la barrera de los 100 pies, pero el propio McNamara se mostró sorprendido ante esta cifra e incluso alegó en una entrevista que esa medición está basada en una sola imagen que ni siquiera saben si podría haber sido alterada digitalmente.

En cualquier caso, la moraleja de este asunto es que se puede llegar a predecir la altura media de las olas que azotarán la costa, pero, de nuevo, en cuanto nos fijamos en una ola individual, las cosas se complican. Y tampoco es de extrañar porque, al fin y al cabo, estamos hablando grandes masas de agua que no sólo están en movimiento y en constante cambio, sino que, además, existen durante poco tiempo y no tienen unas fronteras bien definidas.

QUE NO TE LA CUELEN:

  • Existen varias escalas con las que los surfistas miden las olas y no tenerlas en cuenta puede dar pie a confusiones. Por ejemplo, la altura de una ola en la llamada «escala Hawaiana» se corresponde con la mitad de su altura real.

REFERENCIAS: