Ciencia
¿Ve dos círculos del mismo color? Resuelto el enigma de por qué nos engaña esta ilusión visual
Cien años después se desvela el mecanismo que ofrece la ilusión de "contraste de brillo simultáneo"
Hemos visto centenares de imágenes como la que encabeza este artículo. Se trata de una ilusión visual clásica: dos puntos grises aparecen en un fondo que es un degradado de izquierda a derecha y del negro al gris muy claro. Tienen el mismo color, pero nuestro cerebro los ve de diferente tono según dónde lo coloquemos sobre el fondo. Ahora un grupo de científicos han conseguido desvelar el mecanismo bajo el que funciona la ilusión conocida como “contraste de brillo simultáneo”, (si una forma está rodeada por algo oscuro, la percibimos como más brillante que si estuviera entre sombras más claras”. y que ha estado oculto durante más de 100 años.
“Todos nuestros experimentos apuntan a la conclusión de que este es un fenómeno de bajo nivel”, dice Pawan Sinha, profesor de visión y neurociencia computacional en el Departamento de Ciencias del Cerebro y Cognitivas del MIT, encargados del estudio. Esto significa que no es, como se pensaba, un proceso de alto nivel en la que el cerebro estudia las condiciones ambientales y de iluminación y nos ofrece una interpretación.
Según SIntha, cuando miramos una imagen, nuestro cerebro percibe cierto brillo en cada lugar de la imagen, pero estas percepciones no siempre tienen que ver con la cantidad de luz que emite cada parte de la imagen, pero sí es producto del color real del objeto representado y de la cantidad de luz que incide sobre él. “Podrías tener un trozo de tela realmente oscuro bajo un foco brillante, y la cantidad de luz que obtienes podría ser igual o incluso mayor que la cantidad de luz de un trozo de papel blanco bajo luz tenue, explica Sintha.
Para probar entonces si lo que creemos que estamos viendo es por las sombras percibidas o por los niveles reales de luz que emite cada objeto (luminancia), se les presentó a 27 estudiantes la imagen del cubo (arriba). “Creamos una versión donde el lado que en realidad era de mayor luminosidad se percibía como más oscuro y viceversa”, describieron los investigadores en su artículo. En este caso utilizaron un ingenioso truco que los pintores de cerámica chinos conocieron hace más de 800 años, la cara que parecía más brillante en realidad tenía menos luminosidad que la cara que se veía más oscura. Los resultados fueron lo contrario de la lógica habitual y el punto que parecía estar en la sombra en realidad parece más oscuro que el mismo círculo en la cara más luminosa. “Este resultado va en contra de la idea de que el análisis de alto nivel de las condiciones de iluminación contribuye a la estimación del brillo”.
Resulta que la luminancia, aunque no siempre somos conscientes de ello, contribuye a nuestras estimaciones de brillo. Para poder llegar a conclusiones, los investigadores estudiaron a niños con cataratas en la India, que después de ser operados con éxito de la vista, eran susceptibles a esta ilusión casi desde el principio, lo que ofrece “evidencia adicional de que las estimaciones del brillo se basan en circuitos neuronales simples” que no requieren previsualización previa. Este hallazgo sugiere que la estimación del brillo ocurre muy temprano, antes de que la información proveniente de cada ojo se combine en un flujo visual. “Esto es algo para lo que el sistema visual viene preparado para hacer, desde el nacimiento”, concluyeron los investigadores
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