Ciencia

Qué es el “Ojo del Sáhara”, el espectacular accidente geológico que solo puede verse desde el espacio

En un principio se pensó que se originó a raíz del impacto de un meteorito. Pero esta hipótesis se descartó con las nuevas investigaciones, que postulan que -en realidad- se trata de un “domo anticlinal erosionado”

Fotografía del "Ojo del Sahara" tomada por el astronauta francés Thomas Pesquet y compartida a través de su cuenta de Instagram | Fuente: @thom_astro
Fotografía del "Ojo del Sahara" tomada por el astronauta francés Thomas Pesquet y compartida a través de su cuenta de Instagram | Fuente: @thom_astroLa Razón

Era el año 1965 y la misión Gemini 4 estaba en órbita, a unos 200 kilómetros de distancia de la superficie del planeta. Desde ahí arriba, los astronautas James McDivitt y Edward White miraron hacia “abajo” y se convirtieron en las primeras personas que pudieron ver un accidente geológico que ha maravillado desde entonces a los científicos: el “Ojo del Sáhara”. Situado cerca de la ciudad mauritana de Ouadane, la “estructura de Richat” es una maravilla natural que permaneció oculta durante milenios; porque los círculos concéntricos de colores rojizos, negros y blancos (que son claramente visibles desde el espacio), pasan completamente desapercibidos para quién camina sobre ellos.

La Estructura de Richat, también conocida como el Ojo del Sáhara.
La Estructura de Richat, también conocida como el Ojo del Sáhara.Axelspace CorporationCreative Commons

Las personas que pasean por los casi 50 kilómetros de diámetro del “ojo”, solo pueden ver arena, rocas... y nada que destaque entre el paisaje que han estado oteando durante varias horas. Sin embargo, cuando se cambia la perspectiva y se mira desde arriba, a unos cuantos cientos de kilómetros de distancia de la superficie... la cosa cambia.

¿Cómo se produjo?

En un principio se pensó que este accidente geológico tan curioso se debió al impacto de un meteorito.Pero esta hipótesis se descartó con las investigaciones sobre el terreno que se pusieron en marcha después de su descubrimiento. En realidad, los últimos estudios postulan que se trata de un “domo anticlinal erosionado”.

Este fenómeno se produce cuando el movimiento de las placas tectónicas o una intrusión ígnea, elevan la presión hacia arriba; provocando -a su vez- que las diferentes capas sedimentarias se eleven por encima de la superficie. A lo que hay que añadir el efecto del aire, que acaba por erosionar la “montaña” que ha salido del interior de la Tierra y que “iguala” la altura de su superficie... haciendo que los estratos más jóvenes se encuentren en el exterior, mientras que los estratos más antiguos se encuentran en el centro del domo.

Concretamente, estamos hablando de que las capas exteriores de la estructura de Richat se remontan hasta hace más de 480 millones de años; es decir, que se originaron durante el Ordovícico, que comenzó hace unos 485 millones de años y terminó hace unos 444 millones de años. Mientras tanto, a medida que nos acercamos al centro del “Ojo del Sáhara”, la roca se irá haciendo más y más antigua, hasta que retrocedemos unos cuantos millones de años,... hasta algún momento de la era Proterozoica, que abarcó desde hace 2.500 millones de años hasta hace 542 millones de años.

Vista desde la superficie de la "estructura de Richat" | Fuente: Wikimedia / Clemens Schmillen
Vista desde la superficie de la "estructura de Richat" | Fuente: Wikimedia / Clemens SchmillenLa Razón

El astronauta francés de la Agencia Espacial Europea, Thomas Pesquet, que formó parte de dos misiones fuera de la Tierra, mostró una imagen del ”Ojo del Sáhara” en su perfil de Instagram. Y en ella aseguró que es la fotografía “cliché” que toman todos los astronautas en sus misiones espaciales: “Es fácil de detectar, ya que tiene 50 km de ancho y es muy llamativo. Además, rara vez hay nubes en esta área, lo que significa que siempre está disponible para una sesión de fotos. También aseguró que este accidente geográfico tiene una extraordinaria similitud con las imágenes que podemos ver de superficie de Marte... lo que podría darnos algunas pistas de lo que sucede realmente en el interior del planeta rojo.