Ciencia

¿La Tierra estaba habitada por gigantes? Las revelaciones que podrían dar un giro a la teoría de la evolución

Numerosas documentaciones acercan a la posibilidad de la existencia de estas especies en nuestro planeta

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gigantesLa Razón

Teorías, religiones, extractos de las diferentes mitologías... Hay múltiples leyendas o historias que se desprenden de todos los rincones del planeta. Así, la literatura, teología o la misma arqueología ha llevado a que las ideas sobre el surgimiento, evolución o desarrollo del ser humano, o del planeta Tierra, tiendan a multiplicarse con el paso del tiempo.

Un Dios creador del cielo y la Tierra, el estallido de una supernova o el nacimiento a partir del caos son algunas de las más conocidas, así como la Teoría de la evolución de Darwin. Pero también se dice que nuestro planeta, anteriormente, estuvo habitado por gigantes.

El “hobbit” de Tolkien y un molar “más grande de lo normal”

La Epopeya de Gilgamesh o la gigantomaquia, entre otras, habla de su existencia. Asimismo, en la Biblia es conocido el relato de David venciendo a Goliat. Aunque quizás la más conocida de todas las historias vernáculas documentadas es la de los Patagones, estos seres que quedaron registrados en la bitácora del marino portugués Fernando de Magallanes (1510-20) durante la búsqueda de un paso entre el Atlántico y el Pacífico, estrecho que encontró y hoy lleva su nombre.

Pero más allá de relatos, ¿existieron de verdad los gigantes? ¿tienen relación con el desarrollo del ser humano? ¿son un eslabón perdido? En primer lugar, en el largo camino para conocer la evolución, se descubrieron seres como el Homo floresiensis, en la isla indonesia de Flores. Estos homínidos tenían una estatura de alrededor de un metro de altura y por eso se lo conoce como Hobbits. Estos se abrían extinguido hace 50 mil años, en la misma época en que el homo sapiens comienza a expandirse por el planeta.

Por otro lado, en 2010, en la cueva de Denisova, dentro del macizo de Altái, en Siberia (Rusia), un equipo de arqueólogos halló un molar y el hueso de un dedo. Tras el análisis, se llegó a la conclusión de que el diente perteneció a una especie a la que se denominó Denisovanos y que se habría extinguido hace unos 40.000 años, según el Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva. Una de las características más llamativas del molar fue su tamaño, más grande que los de los Homo sapiens y los neandertales.

En aquella época, los Homo Sapiens compartían el continente euroasiático con otras poblaciones humanas, como también con los neandertales, por lo que el descubrimiento colocó a los Denisovanos en el mismo espacio.

“Es un lugar increíble, porque en realidad es el único lugar en el mundo donde sabemos que vivieron tres grupos diferentes de humanos con historias muy diferentes”, dijo entonces Svante Pääbo, líder de la investigación, a los medios.

Estudios posteriores, tanto en el hueso como en el diente, demostraron que los Denisovanos dejaron su huella en los humanos modernos, aportando alrededor del 5% del genoma de los melanesios actuales, que viven en Papúa Nueva Guinea y otras partes del Pacífico.

Estados Unidos, involucrado en los estudios

Estados Unidos es uno de los países donde se encuentra la mayor cantidad de documentación sobre la existencia de los gigantes. Una de las historias involucra al expresidente George Washington. Según el libro Historic Haunts of Winchester, mientras Washington era todavía general de la corona de Reino Unido, estuvo al frente de la construcción del Fuerte Loudoun para proteger a los pobladores de ataques “de indios gigantes, que eran muy comunes”. Cuando cavaban para colocar los cimientos, descubrieron una serie de esqueletos, que Washington reportó que poseían una altura superior a los dos metros.

También destaca la figura de Abraham Lincoln, del que dicen los escritos que nombró la presencia de gigantes en la zona, durante una visita a las cataratas del Niágara, cuando aún era congresista. “Cuando Colón llegó al continente; cuando Cristo sufrió en la cruz; cuando Moisés llevó a Israel a través del Sinaí, cuando Adan nació de la mano del Creador, como entonces, el Niágara ya rugía aquí. Los ojos de la especie extinta de los gigantes, cuyos huesos descansan en los montículos de América, han apreciado el Niágara, como nosotros lo hacemos ahora”, decía.

En la primera publicación del Instituto Smithsoniano, hoy administrado y financiado por el Gobierno de los Estados Unidos, que data de 1848, existe una recopilación de los túmulos distribuidos por todo el país, que estaban siendo destruidos por los nuevos habitantes europeos. El trabajo, de Ephraim Squire y Edwin Davis, nunca menciona la existencia de gigantes, pero si hace una revelación: aquellas construcciones no pertenecían a ningún pueblo originario conocido, sino que se remontaban a la prehistoria, anteriores a los nativos americanos.

Todo lo relacionado con la documentación de esa época desapareció con la llegada de Aleš Hrdlička, un antropólogo checo conocido por formular la teoría de que todas las razas humanas tienen un origen común. Defensor del darwanismo, ignoró todos los informes de los científicos, quienes habían abierto montones de montículos de entierro en América, según Infobae. No obstante, en todos los periódicos de época en que se desarrolló alguna noticia relacionada con la aparición de esqueletos gigantes o artefactos precolombinos desconocidos, algo que él no pudo ocultar.

Uno de los casos que generó más controversia se publicó en The World, en octubre de 1895, donde se reporta el hallazgo de una momia en San Diego. “El cadáver del hombre más alto que jamás haya vivido”, decía, tras registrarse una altura de 2,7 metros. Los expertos lo dieron por válido, pero años más tarde, nuevos investigadores aseguraron que “estaba hecho de gelatina y todo era un engaño”. Fue retirado, y hoy se desconoce dónde se encuentra, pero la teoría ni se ha corroborado ni se ha desmentido oficialmente.

Uno de los últimos descubrimientos procede de China, donde se descubrió antiguos restos con casi dos metros de altura. Las excavaciones fueron realizadas cerca de la localidad de Jinan, al este del país, en 2016, donde habitó la civilización neolítica Longshan, quienes vivieron allí hace 5.000 años.