Espacio
¿Qué pasaría si un asteroide choca con la Tierra? Estas serían las “terribles” consecuencias
La NASA ha afirmado en varias ocasiones que nuestro planeta no está preparado para afrontar el impacto de estos objetos
Bennu es el nombre de un asteroide con un diámetro promedio de 560 metros, casi el doble de la Torre Eiffel. A día de hoy, se trata de la mayor amenaza de la Tierra, ya que se dice que fue el meteorito que golpeó el planeta hace unos 65 millones de años y causó la extinción de los dinosaurios. La NASA hace hincapié en que existe una posibilidad de que se vuelva a producir un impacto con esta asteroide como protagonista.
Descubierto el 11 de septiembre de 1999, gira alrededor del Sol a unos 86 millones de kilómetros de la Tierra. Solo se trata de uno más en una larga lista de asteroides que están “relativamente cerca” de nuestro planeta, pero su precedente hace que estemos más alerta.
Las conclusiones de la NASA coinciden en que, en nuestro planeta, no estamos preparados para afrontar el impacto de un asteroide o meteorito. Además, rastrear a tiempo una amenaza potencial y estudiarla es la única forma de desarrollar un proyecto de defensa con posibilidades concretas de éxito.
Para saber qué pasaría ante un posible impacto de un asteroide con nuestro planeta, la NASA ha realizado varias simulaciones de defensa. Por ejemplo, un ejercicio de 2021, coordinado por Vishnu Reddy, en la Universidad de Arizona, imaginó que un asteroide colisionaba con la Tierra. Aquel simulacro acabó con un impacto en algún punto entre las fronteras de Alemania, Austria y República Checa.
Así, generaría una devastación primaria de casi 300 kilómetros de diámetro, dañando ciudades como Praga, Salzburgo o Múnich. Pero pocas horas después, los daños indirectos ya se han extendido a toda Europa Central. Otro de los últimos simulacros realizados marcaban la hipótesis de que cayera en Nueva York, causando unos daños similares a los anteriores dichos en América del Norte. Por fortuna, la posibilidad es mínima, y sería igual a 1 de 2700 casos.
Eso sí, según Brent W. Barbee, el ingeniero aeroespacial de la NASA que se ocupa de este problema se trata de un riesgo solamente teórico, tal y como sugiere en declaraciones a The Washington Post, después de que las evidencias mostraran que en el año 2135, un meteorito podría golpearnos.
La realidad podría superar a la ficción
La industria del cine ha proyectado múltiples posibilidades en algunas de sus películas, pero la gran mayoría coinciden en unas “terribles” consecuencias devastadoras para la tierra.
El impacto de un asteroide contra el planeta Tierra vendría a provocar una tremenda explosión en la alta atmósfera. Así, parte de la capa de ozono sería destruida. El ácido nítrico creado por la bola de fuego de entrada acidularía suelos, ríos, lagos y océanos.
Por otro lado, depende de donde caiga, podría producir otros graves acontecimientos. Si cayese al mar, por ejemplo, se formarían inmensos tsunamis que arrasarían las costas de los cinco contenientes. Las ciudades costeras de Europa, América, África, Asia u Oceanía quedarían totalmente inundadas, y morirían miles y miles de personas debido a estos fenómenos. Por ejemplo, zonas de Valencia, Cataluña o Galicia, en España, podrían verse destruidas, así como otros lugares de costa europeos.
Mientras tanto, si el impacto tuviera lugar en la tierra, se formaría un cráter tres veces mayor que el asteroide, y además, le seguiría una actividad sísmica devastadora no solo en la zona del impacto, sino en tierras de alrededor. También tendría lugar actividad volcánica que calcinaría las pedanías de los volcanes.
¿Con qué sistemas cuenta la NASA?
La NASA propone tres alternativas de intervención. La primera vendría a ser construir un tractor gravitatorio, es decir, una nave espacial con suficiente masa para atraer al asteroide amenazante y modificar su trayectoria.
Otra de las estrategias radica en desviar el camino del objeto peligroso con un objeto cinético, es decir, golpearle con un cohete o algo parecido, así como la creación de un dispositivo nuclear, que también sería útil para modificar la trayectoria del asteroide o destruirlo.
Por otro lado, la NASA también planea aumentar las colaboraciones internacionales y establecer nuevos procedimientos de emergencia y protocolos de acción, lo que supondría evacuar zonas y rescatar a la población.
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