Historia

El cuaderno de Marie Curie: un peligroso objeto enterrado en plomo

Algunos descubrimientos provocan graves perjuicios para quienes los encontraron

El Museo Nobel homenajea a Marie Curie, la gran científica polaca
El Museo Nobel homenajea a Marie Curie, la gran científica polacalarazon

La humanidad necesita descubrir. Así, desde el inicio de los tiempos las personas hemos tratado de averiguar todo tipo de cosas que nos proporcionen mejoras. Algunas, incluso, llegan por accidente aunque ello no impide que los humanos las hayan dominado hasta hoy en día.

Gracias a todos estos descubrimientos la humanidad ha podido alcanzar el punto actual. La ciencia o la tecnología, por ejemplo, son dos de los campos más estudiados aunque en todos ha habido mejoras. Por ello, en las últimas décadas estos sectores han tomado una importancia vital en la vida de las personas.

Pero los humanos seguimos escribiendo la Historia cada día. Incluso, todavía hay misterios sin resolver. Construcciones sin una base científica debido a los avances de la época o llegadas a territorios inaccesibles para las personas son solamente dos de los ejemplos de grandes misterios que no se pueden conocer hasta la fecha.

Sin embargo, muchos de los descubrimientos hasta la fecha si cuentan con una gran historia escrita a sus espaldas. La humanidad no sería la misma, por ejemplo, sin la reconocida Marie Curie. Nacida en noviembre de 1867 en Varsovia, Polonia, era hija de padres maestros en una época donde las mujeres no tenían acceso a una educación profesional.

Curie, no obstante, decidió mudarse a Francia para matricularse en la Universidad de la Sorbona, donde se licenció en Física en 1893 y en Matemáticas en 1894. Por tanto, con tan solo 27 años, se tituló en dos carreras. En Francia, así, empezaría la carrera de una de las mentes más brillantes de la Historia de la humanidad.

El descubrimiento y perdición de Marie Curie

Marie se casó en Francia con Pierre. La pareja realizó múltiples descubrimientos entre los que destacan el radio y el polonio, que fue llamado así en honor a Polonia. Además, también descubrieron los principios de la física atómica y la radioactividad. Sin embargo, ambos científicos nunca imaginaron los efectos negativos que podría tener la radioactividad sobre el organismo.

De hecho, Marie Curie murió en 1934 por una anemia aplásica. El motivo de su muerte, posiblemente, fue el resultado de la exposición al radio y al polonio. La científica solía llevar muestras en el bolsillo, algo que hoy en día sería impensable.

Con el paso de los años se han podido averigua muchos de los peligros de la radioactividad en el cuerpo humano. Gracias a ello hoy en día se toman muchas precauciones que evitan mayores problemas.

Esto ocurre todavía en la actualidad en muchos de los objetos que eran propiedad de Marie Curie. Uno de los más conocidos es el cuaderno donde la investigadora anotaba todos sus avances o dudas. Este es, posiblemente, uno de los objetos más peligrosos con un pequeño tamaño.

Hoy en día se encuentra guardado en una caja de plomo en el sótano de la Biblioteca Nacional de Francia. Según las últimas estimaciones, la radiación tardará unos 1.500 años en desaparecer del objeto por lo que es muy peligroso acercarse.

Así las cosas, el nivel de radioactividad del cuaderno de Marie Curie es muy alto. Incluso, aquellos investigadores que quieren consultarlo deben hacerlo con ropa preparada para ello y un documento de responsabilidad.

Pero no es lo único de la vida de Marie Curie en cuarentena décadas después de la muerte. Su cuerpo, por ejemplo, tuvo que ser enterrado con un ataúd de plomo para evitar problemas.

Incluso, la casa donde vivió la pareja cuenta hoy con fuertes medidas de seguridad. Esta vivienda ubicada en la Rue de la Convention se encuentra actualmente abandonada.

Esta fue el último laboratorio donde trabajó Marie Curie hasta su muerte y los niveles de radiación detectados en el lugar fueron desorbitados. Por ello, se recurrió a una limpieza, aunque en la actualidad sigue estando prohibido el paso. Incluso, la casa fue llamada la “Chernóbil del Sena”.