Ciencia

Llega C72022 E3 (ZTF), el cometa que ya visitó la Tierra hace 50.000 años

Su punto más cercano al sol será este 12 de enero

Cometa2022 E3 (ZTF)/ Foto: Dan Bartlett/Nasa
Cometa2022 E3 (ZTF)/ Foto: Dan Bartlett/NasaNasa.govNasa.gov

Hace 50.000 años, durante el periodo paleolítico, el cometa C72022 E3 (ZTF) atravesó nuestro sistema solar, una visita que volverá a repetirse este próximo 12 de enero.

Este bólido espacial estará en el perihelio, su punto más cercano al Sol, el 12 de enero, y en el perigeo, su punto más cercano a nuestro planeta, el 1 de febrero, día en que podría observar desde la Tierra a simple vista siempre que las condiciones atmosféricas lo permitan.

El cometa C/2022 E3 (ZTF) fue descubierto por los astrónomos Bryce Bolin y Frank Masci, de la instalación transitoria de Zwicky, a principios del año pasado. Desde entonces hasta hoy, según explica la NASA, el nuevo cometa de período largo se ha iluminado considerablemente a medida que se ha acercado al sol y a la Tierra, y ya puede apreciarse con un un telescopio.

El pasado 24 de diciembre ya se podía observar su coma (nube de gases, polvos y escombro) color verdoso, así como la cola de polvo ancha y corta y la cola larga y tenue, que irá ganando en resplandor según se acerque al Sol.

El C/2022 E3 (ZTF) estará más cerca del Sol a finales de esta semana, momento en el que puede ser visible incluso sin binoculares para los observadores del hemisferio norte. En ese momento, la distancia al sol será de 166 millones de kilómetros, mientras que el 1 de febrero se encontrará a unos 42 millones de kilómetros del sol.

Para observar este cometa en el hemisferio norte, desde el 12 de enero habrá que esperar hasta pasada la medianoche y confiar en que el cielo este despejado. Sin embargo, según se acerque el mes de febrero será más fácil observarlo a primera hora de la madrugada. Para ello es preferible situarse en un lugar alto y alejado de la contaminación lumínica.

Los cometas consisten mayormente en hielo cubierto con material orgánico. Cada uno posee una pequeña parte congelada llamada núcleo, que, a menudo, mide solo unos pocos kilómetros. El núcleo contiene trozos de hielo y gases congelados con rocas y polvo incrustados.

Estos objetos congelados, que en ocasiones son empujados por la gravedad en órbitas que los acercan al sol, se convierten en los llamados cometas de períodos cortos. Les lleva menos de 200 años orbitar alrededor del sol y, en muchos casos, su aspecto es predecible porque pasaron ya antes por allí.

Los cometas de período largo, como el que nos visitará este mes, son menos predecibles que los cometas de periodo corto. Según explica la NASA, los cometas se calientan a medida que se acercan al sol y desarrollan una atmósfera o coma. El calor del sol hace que el hielo del núcleo se convierta en gas para que la coma se agrande. La coma puede tener un diámetro de cientos de miles de kilómetros. La presión de la luz solar y las partículas solares de alta velocidad (viento solar) soplan los materiales de la coma lejos del sol, formando una cola larga y, a veces, brillante. En realidad, los cometas tienen dos colas: una de polvo y un plasma (gas ionizado).