Marte

Ni agua ni oxígeno: la NASA revela el secreto oculto para la supervivencia humana en Marte gracias a Perseverance

El róver Perseverance ha analizado en Marte megaondas de arena de hasta un metro de altura, con el fin de comprender los procesos eólicos que modelan el planeta, un estudio importante para la futura supervivencia humana...

La NASA logra en Marte su mayor avance geológico gracias al rover Perseverance
La NASA logra en Marte su mayor avance geológico gracias al rover PerseveranceLa Razón

La misión del rover Perseverance en Marte no cesa de desvelar información de considerable interés para la ciencia y, de forma más acuciante, para los planes de la humanidad en el planeta rojo. La incansable labor de este vehículo ha permitido recientemente la exploración de megaripples inactivas, unas formaciones geológicas que guardan pistas cruciales sobre la dinámica eólica marciana. Dichas indagaciones, de calado para la futura expansión humana, se conectan directamente con el objetivo primordial de allanar el camino para una futura presencia estable y la supervivencia humana en Marte.

Así, por ejemplo, los esfuerzos que Perseverance acomete en la superficie marciana no solo buscan satisfacer la mera curiosidad científica. Documentar la existencia de posibles recursos en los suelos del planeta es, de hecho, una tarea clave para la supervivencia de cualquier futuro asentamiento humano. Cada dato recogido acerca a la humanidad un paso más a la posibilidad de establecer una base verdaderamente sostenible y autónoma lejos de nuestro planeta natal.

Por otro lado, el propósito general de esta misión es comprender a fondo los complejos procesos impulsados por el viento que modelan el singular paisaje marciano y su entorno actual. Un conocimiento profundo y pormenorizado de estos fenómenos resulta fundamental para el diseño y la ubicación idónea de los futuros asentamientos, así como para garantizar la seguridad de los astronautas y de toda la infraestructura, haciendo de esta una investigación de envergadura trascendental.

El estudio del suelo marciano, una ventana al futuro

En este sentido, la exploración de las megaripples inactivas en la zona conocida como "Kerrlaguna" ha sido central en esta fase de la misión. Estas son grandes formaciones de arena arrastradas por el viento, que pueden alcanzar hasta 1 metro de altura, y que resultan comunes en la superficie del planeta, tal y como desde Sciencedaily informan. Para su estudio detallado, Perseverance empleó sus instrumentos SuperCam, Mastcam-Z y MEDA, permitiendo caracterizar con precisión el entorno, los granos de arena y las costras salinas presentes en el área investigada.

Asimismo, el rover completó una investigación de rocas que contienen arcilla y olivino en un enclave denominado "Westport", sumando al compendio de datos geológicos del planeta. Los científicos también recolectaron información valiosa sobre rocas ricas en esférulas, como las halladas en "Horneflya", que se presume se desprendieron de una zona más elevada conocida como "Midtoya", aportando luz de manera sustancial sobre la formación del terreno marciano y su intrincada historia geológica.

No obstante, la misión no está exenta de considerables desafíos operativos. Los intentos de ascender a la exposición rocosa "Midtoya" tuvieron que ser finalmente abandonados debido a lo escarpado y rocoso del terreno. Esta decisión, si bien frustrante para el equipo, pone de manifiesto la complejidad de la orografía marciana y la imperiosa necesidad de cautela en las operaciones de exploración planetaria.

Además, la investigación actual en "Kerrlaguna" busca servir como preparación para una campaña mucho más extensa y ambiciosa en un lugar distinto, "Lac de Charmes". Estas expediciones aspiran a desentrañar la composición del suelo y sus procesos eólicos, información crucial para identificar y extraer recursos que garanticen la sostenibilidad de futuras bases de asentamiento humano en el planeta rojo, un paso fundamental para la exploración espacial.

En definitiva, cada roca analizada, cada grano de arena estudiado por Perseverance, constituye un paso importante y firme hacia la consolidación de la humanidad como una especie multiplanetaria. La misión no solo amplía nuestro conocimiento del cosmos, sino que forja, grano a grano, la visión de un futuro más allá de la Tierra, un horizonte que se vislumbra cada vez más cercano y posible.