Genética

El análisis de 3525 variedades de uva fecha y localiza su domesticación

Se trata del mayor análisis genético de las uvas hasta la fecha y permite comprender en qué momento histórico y en qué lugares se inició el proceso de domesticación de la vid

Primer plano de un racimo de uvas en una plantación de vid
Primer plano de un racimo de uvas en una plantación de vidJill WellingtonPixabay

Hace unos 11000 años comenzó el cultivo de una planta que cambiaría el mundo: Vitis vinifera. Hallar su origen y cómo se distribuyó por Eurasia no ha sido una tarea sencilla, ya que, aunque se conoce la existencia de su antepasado Vitis vinifera sylvestris, los detalles de cómo se domesticó han permanecido ocultos hasta la actualidad. Las teorías iniciales sugerían que los primeros lugares destinados al cultivo de la vid se crearon hace unos 8000 años, durante la revolución agrícola que se gestó en el neolítico, en Asia Occidental. Sin embargo, las pistas seguidas para formular dichas conclusiones acababan llegando a callejones sin salida que no casaban con otros estudios antropológicos. Por ello, los genetistas han rebuscado en los secretos que contienen las más de 3500 variedades de uva en su ADN para descubrir toda la información que la vid nos puede ofrecer y esclarecer el origen de su cultivo.

Una máquina del tiempo genética

Para obtener los datos, los investigadores extrajeron el ADN de 3186 variedades de uvas, 2237 eran de la especie Vitis vinifera y otras 949 eran Vitis vinifera sylvestris. Una vez leyeron dicho ADN y consiguieron obtener su secuencia, los compararon con las más de 300 variedades de vid que se encuentran en bases de datos genéticas. Así, obtuvieron un total de 3525 variedades diferentes con las que trabajar. Gracias a la enorme cantidad de datos pudieron volver atrás en el tiempo y distinguir 6 variedades de uva que pueden ser agrupadas en dos eventos de domesticación distintos ocurridos hace unos 11000 años. El primer evento ocurrió en el Cáucaso y es el que produjo las variedades mayoritariamente viníferas y el segundo ocurrió en el sudeste asiático donde se produjeron las variedades de uvas de mesa.

La posterior expansión de las vides fue posible gracias al final de la última edad de hielo, que moderó la temperatura de la zona mediterránea y permitió a los humanos iniciar el cultivo de la uva en los diferentes lugares donde se asentaron, incluida la Península Ibérica, donde se estima que llegó hace unos 7.700 años. Fue en esta zona donde se produjo uno de los eventos genéticos que cambiaría las uvas de Europa Occidental.

Uvas con toques Ibéricos

La Península Ibérica es bien conocida por la calidad y la variedad de sus uvas y de sus productos derivados. Este hecho puede estar relacionado con uno de los eventos genéticos más importantes ocurridos en la vid, que es la transición de la dioecia en V. sylvestris (macho, M/f; hembra, f/f) al hermafroditismo en V. vinifera. Esto quiere decir que donde antes se necesitaban dos vides (una macho y una hembra) para que se produjesen las uvas, ahora únicamente se necesitaba una planta, que era capaz de autofecundarse, reproducirse y, en el proceso, producir las preciadas uvas. Este evento es el resultado de una recombinación genética en una región del cromosoma 2 que ocurrió en algún lugar de la Península cuando llegaron las primeras uvas. La enorme ventaja que suponía únicamente necesitar una única planta para producir uvas provocó que este tipo de vides se expandieran rápidamente por toda Europa, y que su cultivo cambiase para siempre.

Otro evento que ocurrió aparte de la aparición del hermafroditismo fue la aparición de las variedades de uva blanca. El cambio de color se debe a una reducción de la síntesis de antocianinas en las células de la piel de las uvas provocada por mutaciones en los reguladores de su ruta metabólica. Sin embargo, el hallazgo de uvas V. sylvestris con estos genes truncados sugieren que ya existían uvas blancas silvestres antes de que el hombre las cultivase de forma extensiva, solo que se trataría de eventos casuales y más escasos que en la actualidad. La selección artificial de las diferentes variedades ha sido determinante para la creación de todas las variedades actuales.

Moldeadas por el hielo y el hombre

En definitiva, el mayor estudio genético de la vid ha requerido de un equipo internacional de investigadores y ha sido publicado en la prestigiosa revista Science. Dicho estudio esclarece los orígenes de la uva doméstica, tanto de las variedades de mesa como de las viníferas, así como otros eventos que han permitido su cultivo. Sus resultados muestran que esta planta sufrió durante las dos últimas edades del hielo hasta casi desaparecer, pero la posterior moderación del clima y, sobre todo, la domesticación producida por los humanos, permitieron su expansión por todo el mundo.

QUE NO TE LA CUELEN:

  • Se habla constantemente en salud de los beneficios de los polifenoles presentes en el vino y de su poder antioxidante. Si bien es cierto que estos compuestos son beneficiosos, su eficacia palidece debido a una sustancia oxidante que conforma entre el 10 y el 15 % del vino: el alcohol. Por ello, en esta bebida, la balanza se encuentra muy desequilibrada hacia los efectos negativos. El consumo de mostos o de las uvas completas contiene todos los efectos beneficiosos de los polifenoles sin los efectos nocivos para la salud del alcohol.

REFERENCIAS (MLA):