Animales

Antes de los dinosaurios, éste era el animal que aterrorizaba la Tierra: una salamandra carnívora gigante

Descubren a Gaiasia jennyae, un anfibio con un cráneo de más de 60 cm y dientes como cuchillos

Reconstrucción de la vida de 'Gaiasia jennyae'.
Reconstrucción de la vida de 'Gaiasia jennyae'.Gabriel LioEurekalert

Un grupo de investigadores de la Universidad de Buenos Aires ha descubierto una salamandra gigante carnívora que aterrorizaba la Tierra hace 300 millones de años, antes de que aparecieran los dinosaurios. Y es que todavía quedan muchas especies fascinantes por descubrir. Piensa por un momento en todas las especies de seres vivos que hay sobre nuestro planeta ahora mismo. ¿Cuántas crees que son? Casi 2 millones de especies, que no son pocas.

Ahora piensa en los otros 3.000 y pico millones de años que lleva existiendo la vida. ¿Cuántas especies fósiles crees que conocemos?Los cálculos son algo polémicos, pero digamos que apenas 300.000. Si en este instante de nuestra historia existen casi 2 millones y solo conocemos 300.000 de las que han existido durante el resto de los instantes de la vida en la Tierra… ¿Cuánto nos quedará por descubrir? Las cifras son abrumadoras, y por eso el registro fósil no deja de darnos alegrías. Esta semana ha sido el turno de Gaiasia jennyae.

Fósil de Gaiasia jennyae
Fósil de Gaiasia jennyaeC. MarsicanoEurekalert

Batiendo récords

Hablar de una salamandra gigante ya es bastante espectacular, pero es posible que conozcas algunas especies de salamandras gigantes modernas. Porque, efectivamente, convivimos en este planeta con anfibios de un metro y medio de longitud. Ese es el caso de Andrias japonicus, la salamandra gigante japonesa, algo mayor que su pariente la salamandra gigante china (Andrias davidianus) de 1,20 metros, o la salamandra gigante estadounidense (Cryptobranchus alleganiensis), de 70 centímetros, tan larga como un pastor alemán.

Sin embargo, Gaiasia jennyae suma un par de características únicas a su haber. A diferencia de sus análogos modernos, era carnívora. De hecho, estaba dotada de grandes y afilados dientes con los que cazar a sus presas. Empezamos a imaginar a un predador del Pérmico cuyo tamaño desconocemos, pero con una cabeza de 60 centímetros de largo. Podemos estimar, por lo tanto, que su longitud era mayor que la de un ser humano, lo cual ya lo haría respetable en nuestros tiempos, pero que por aquel entonces lo convertían en un verdadero titán.

Es más, Gaiasia jennyae es un tetrápodo único (vertebrados que, o ellos o sus antepasados, tenían cuatro patas). En palabras del investigador Jason Pardo: "Gaiasia es único en muchos aspectos, pero el más importante es que es mucho más grande que cualquier otro tetrápodo primitivo".

Claudia Marsicano en Namibia, inspeccionando un fósil de Gaiasia jennyae.
Claudia Marsicano en Namibia, inspeccionando un fósil de Gaiasia jennyae.Roger M.H. SmithEurekalert

Fuera de lugar

Y es que sabemos bastante acerca de la anatomía de Gaiasia jennyae, porque su esqueleto, a pesar de su antigüedad, está bastante bien conservado. No es frecuente encontrar tan intacto el esqueleto de un animal de su tamaño, pero ahí está. Y, por si no fuera suficiente con la cantidad de información que podemos deducir a partir de sus restos, la ubicación del yacimiento ha permitido reconstruir algunos de sus hábitos. El nombre de la especie viene de su descubridora, Jenny Clack, y de la formación en la que fue descubierto, Gai-As, en Namibia. La cuestión es que, aunque ahora Namibia está muy cerca del ecuador, justo sobre Sudáfrica, hace 300 millones años se encontraba al sur, en el paralelo 60, que, para hacernos una idea, es el Cabo de Hornos, el extremo austral de Argentina.

Lo más probable es que este anfibio viviera en pantanos o lagos, acechando en su fondo, y eso, sumado al paralelo en el que se ha encontrado desafía algunos de nuestros conocimientos sobre el origen de los tetrápodos. Hasta ahora, la idea mayoritaria era que los primeros tetrápodos vivían solo en climas tropicales, pero ahora sabemos que, al menos, Gaiasia jennyae podía sobrevivir en climas más fríos, alejados del ecuador, algo especialmente relevante si tenemos en cuenta que, por aquel entonces, la Tierra estaba al final de un periodo glacial.

Pardo aclara que, "el hecho de que encontráramos a Gaiasia en el extremo sur nos dice que había un ecosistema floreciente que podía sostener a estos grandes depredadores. Cuanto más investiguemos, más respuestas podremos encontrar sobre estos grupos animales importantes, como los ancestros de los mamíferos y los reptiles modernos”. Y es que, si bien son infinidad las especies que no conocemos, en cada una de las que hemos identificados existe otra infinidad de datos que todavía ignoramos.

QUE NO TE LA CUELEN:

  • Los restos fueron hallados en 2015 por el equipo de Claudia Marsicano, pero hicieron falta tres años para separar el fósil de los sedimentos que lo rodeaban. Una labor que tuvo lugar en Sudáfrica, en el Iziko Museum de Ciudad del Cabo. Finalmente, en 2019, pudo empezar el estudio detallado de los fósiles. Porque cuando en paleontología se da la fecha del descubrimiento, hay que tener muy claro que es (casi siempre) bastante anterior a su comunicación.

REFERENCIAS (MLA):

  • Claudia A. Marsicano y Jason D. Pardo et al., "Giant stem tetrapod was apex predator in Gondwanan late Palaeozoic ice age", Nature, 2024