Luna

El 'arma' secreta que la NASA rescató de un cajón: una esfera imparable para dominar la Luna

Se llama RoboBall y es la nueva apuesta de una universidad estadounidense para explorar la Luna. Un robot esférico, invulnerable al vuelco, diseñado para rodar sin problemas por los terrenos más complicados y los cráteres del satélite

El 'arma' secreta que la NASA rescató de un cajón: una esfera imparable para dominar la Luna
El 'arma' secreta que la NASA rescató de un cajón: una esfera imparable para dominar la LunaKaitlyn Johnson/Texas A&M Engineering

La conquista de la Luna podría tener un nuevo protagonista con una forma poco convencional: una esfera rodante. Un equipo de ingenieros de la universidad estadounidense de Texas A&M está desarrollando un robot, bautizado como RoboBall, cuyo objetivo es explorar los terrenos más hostiles y los cráteres del satélite natural de la Tierra. La máquina ha sido concebida para moverse con una agilidad sorprendente por superficies complejas donde otros vehículos, como los rovers tradicionales, encontrarían serias dificultades para avanzar.

De hecho, la idea no es completamente nueva, sino que tiene su origen en un proyecto iniciado por la NASA en 2003 que, tras quedar en suspenso, ha sido ahora rescatado y perfeccionado en Texas. Este resurgimiento busca dar respuesta a los viejos desafíos de la exploración lunar con una solución robusta y eficiente, capaz de operar en las condiciones extremas y la baja gravedad del entorno selenita. Este tipo de innovaciones son cruciales en un momento en que la carrera espacial se ha intensificado, con el plan maestro de China para dominar la exploración lunar marcando un nuevo ritmo de competencia.

En la actualidad, el equipo de desarrollo trabaja con dos prototipos plenamente funcionales. El primero de ellos, el RoboBall II, es una esfera de 61 centímetros de diámetro que se impulsa mediante un ingenioso sistema de péndulo interno. Este modelo ya ha superado con éxito pruebas en hierba, grava, arena e incluso agua, demostrando una notable versatilidad y alcanzando velocidades de hasta 32 km/h, un avance que detallan en New Atlas.

Una versatilidad que va más allá del espacio

Asimismo, los ingenieros han desarrollado una versión de mayor envergadura, el RoboBall III. Este modelo, que alcanza los 183 centímetros de diámetro, está diseñado para transportar una carga útil considerable, como pueden ser sensores especializados o cámaras de alta definición, herramientas indispensables para cualquier misión de exploración científica. Una de sus características más innovadoras es su capacidad para inflarse y desinflarse a voluntad, lo que le permite ajustar la tracción y adaptarse mejor a las distintas superficies. Estas herramientas serían clave para investigar fenómenos astronómicos que todavía hoy desconciertan a la comunidad científica, como los misteriosos puntos rojos descubiertos en el espacio recientemente.

Además, una de las grandes bazas de este diseño esférico reside en su propia naturaleza, ya que, a diferencia de los rovers con ruedas, es incapaz de volcar. Esta es una ventaja crucial en un entorno tan accidentado y con tantos desniveles como el lunar, donde un simple vuelco podría suponer el fin prematuro de una misión multimillonaria. Su centro de gravedad se mantiene siempre estable, garantizando la continuidad de las operaciones.

No obstante, sus posibles aplicaciones no se limitan a la exploración espacial. Los responsables del proyecto ya están considerando su uso en la Tierra para misiones de búsqueda y rescate en zonas de difícil acceso, como áreas de desastre o terrenos montañosos. En estos escenarios, su robustez, movilidad y capacidad para superar obstáculos sin riesgo de vuelco podrían resultar determinantes para salvar vidas.