Prehistoria

Así era Z, la neandertal que Netflix ha reconstruido para la ciencia

Secretos de los neandertales es el nuevo documental de Netflix y, en él, un grupo de expertos reconstruyen la cara de la neandertal Shanidar Z

Así era Z, la neandertal que Netflix ha reconstruido para la ciencia
Así era Z, la neandertal que Netflix ha reconstruido para la cienciaBBC Studios/Jamie Simondshttps://www.eurekalert.org/multimedia/1024891

Netflix ha hecho de todo. Bueno, sobre todo documentales y series sobre crímenes de lo más truculentos. Pero, entre tanto true crime, parece que la plataforma ha decidido apostar por algo diferente, un documental sobre nuestros antepasados. No es la primera vez que hablan sobre antropología evolutiva, desde luego, pero sí es la primera vez que apuestan tan fuerte por los neandertales, la especie más cercana a la nuestra. De hecho, hay más, porque en el documental, vemos como unos científicos reconstruyen el rostro de una neandertal fallecida a mediados del pleistoceno en Kurdistán. Ella es Shanidar Z y su aspecto ha revelado datos interesantes sobre estos parientes evolutivos de la humanidad.

Dicho en palabras de la propia nota de prensa: Un nuevo documental de Netflix ha recreado el rostro de una hembra de neandertal de 75.000 años cuyo cráneo aplanado fue descubierto y reconstruido a partir de cientos de fragmentos óseos por un equipo de arqueólogos y conservadores liderado por la Universidad de Cambridge. La obra ha sido autoría de dos paleoartistas expertos, los hermanos Adrie y Alfons Kennis. Para ello, escanearon el cráneo que ya había sido reconstruido tras su descubrimiento en 2018, ya que originalmente se encontraba fragmentado y aplanado. Tras escanearla, la imprimieron en 3D, de modo que pudieran esculpir las capas de carne y hueso poco a poco sobre ella. Así es como Shanidar Z fue cobrando vida, pero no de cualquier manera, sino con la ciencia.

Músculos sobre hueso

Puede parecer que el trabajo de paleoartista es más de artista que de científico, pero nada más lejos de la realidad. Lo cierto es que, cuando uno de ellos empuña el lápiz o toca la arcilla es porque ya ha hecho un análisis detalladísimo de todo lo que conocemos sobre la anatomía de esa especie extinta, de sus parientes vivos más cercanos y de anatomía en general. Solo así podrán entender dónde se insertan los músculos y deducir el volumen que tenían. ¿Dónde podemos esperar que tuvieran cartílagos? ¿Qué podemos saber con certeza?

La imaginación desbocada no es bien recibida en esta profesión. Todo ha de estar bien argumentado, apoyado en pruebas. Porque, del mismo modo que podemos reconstruir razonablemente bien la cara de alguien a partir de su calavera, como bien saben los forenses, también podemos hacer lo propio con otros homínidos, como puede ser un neandertal. Nuestros huesos están llenos de pequeñas elevaciones en las que, en vida, se anclaban los músculos y, cuanto mayor sean, más voluminoso era el músculo que se insertaba allí. De ese modo y con la parsimonia propia de la profesión, estos dos artistas han devuelto la vida a Shanidar Z para la pequeña pantalla gracias a Netflix.

Conociendo a Z

Por el resto de los huesos y los dientes, los científicos han podido estimar que Shanidar Z tenía unos 40 años, lo cual era todo un logro para la época y, posiblemente, indicaba que había recibido cuidados de otros miembros de su especie. Por otro lado, parece que había cenizas enlos alrededores de este cuerpo, así como otros encontrados en este estrato de la cueva de Shanidar, en Iraq. Fragmentos de alimentos carbonizados en capas superiores que sugieren que la relación con los muertos era diferente, más cercana y menos tabú que en la actualidad.

En palabras de la doctora Emma Pomeroy, paleoantropóloga del Departamento de Arqueología de Cambridge, “El cuerpo de Shanidar Z estaba al alcance de individuos vivos mientras cocinaban y comían. Para estos neandertales, no parece haber esa clara separación entre la vida y la muerte. Podemos ver que los neandertales regresan a un lugar particular para enterrar a sus muertos, puede que décadas o miles de años después. ¿Es solo una coincidencia, o es intencional, y si es así, qué los trae de vuelta?” Unas preguntas que, a su vez, despiertan otras sobre nuestra relación con la muerte. ¿Cuándo empezamos a ser conscientes de lo que significaba? O lo que es más importante… ¿acaso lo somos ahora?

QUE NO TE LA CUELEN:

  • La contribución de estos dos paleoartistas es valiosa para la comunidad académica, pero no es una revolución de ningún modo. Sin embargo, todo lo que una plataforma privada impulse proyectos científicos es algo que la comunidad celebra. Ahora conocemos más a Shanidar Z, y eso es una magnífica forma de dar a conocer a los neandertales ante el gran público como lo que realmente eran: nuestros hermanos evolutivos, ni nuestros antepasados, ni bestias prehistóricas.

REFERENCIAS (MLA):

  • The recreated head of Shanidar Z, made by the Kennis brothers for the Netflix documentary ‘Secrets of the Neanderthals’ based on 3D scans of the reconstructed skull. (BBC, 2024)