El basalto: la roca volcánica que mejora los cultivos y elimina la contaminación

En medio de los desafíos planteados por el cambio climático y el efecto invernadero, la comunidad científica ha encontrado motivos para el optimismo: el basalto, una roca de origen volcánico, podría ser una pieza fundamental en la transformación de la agricultura y la atmósfera. El estudio destaca que la explotación intensiva de la tierra, que conduce a la acidificación y liberación de gases contaminantes, podría abordarse mediante el uso de basalto, una solución que va más allá de la tradicional aplicación de piedra caliza para neutralizar la acidez del suelo.

El basalto, al formarse a partir del enfriamiento del magma volcánico, ofrece una abundancia de nutrientes beneficiosos para el suelo y tiene la capacidad única de capturar carbono atmosférico. Aunque la piedra caliza ha sido una práctica común para reducir la acidez del suelo, el basalto se presenta como una alternativa más completa y sostenible para mejorar la fertilidad del suelo y mitigar las emisiones de gases contaminantes.

A pesar de su potencial, la adopción a gran escala del basalto en la agricultura dependerá de la disposición de los agricultores a cambiar sus métodos tradicionales. Sin embargo, empresas que exploran el uso del basalto para absorber carbono predicen que, para 2028, esta roca podría eliminar 154,000 toneladas de CO2. Mientras los científicos continúan investigando su aplicabilidad, el basalto emerge como una esperanza tangible para contribuir a los objetivos de emisiones netas cero para 2050, ofreciendo una perspectiva alentadora en la lucha contra el cambio climático desenfrenado.