Prehistoria

Científicos revela cómo cocinar como un neandertal

Un grupo de investigadores ha cocinado cinco aves para analizar las marcas que pudieran haber dejado los neandertales en sus presas

Un científico despluma una de las aves. Imagen de la Dra. Mariana Nabais.
Científicos revela cómo cocinar como un neandertalMariana Nabais.Eurekalert

Cocinar es algo bastante humano y, aunque existen algunos animales que procesan sus alimentos, la mayor parte de etólogos concuerdan en que cocinar, lo que se dice cocinar, es algo que no compartimos con ninguna especie viva. Sin embargo, hubo un tiempo en que compartimos el planeta con otros humanos que también cocinaban. Aprendimos a dominar el fuego con el Homo erectus y, sus descendientes hemos mantenido la tradición. Ese era el caso de los neandertales, primos nuestros con los que compartimos la Tierra durante cientos de miles de años. Sabemos que cocinaban algunas de sus presas, pero, por ahora, sabemos poco sobre cómo lo hacían.

El gran problema es el tamaño, pues a pesar de que los neandertales cazaban grandes presas, apenas tenemos información de cómo procesaban aves y pequeños mamíferos, en parte, porque sus restos son más delicados al paso del tiempo.Así pues, en un reciente estudio publicado en Frontiers in Environmental Archaeology, un grupo de expertos ha intentado poner en práctica posibles técnicas de cocinado neandertal entendiendo “cocinado” en un sentido amplio, donde se incluye el corte. Para ello procesaron cinco aves que habían muerto por causas naturales y, aunque los resultados son muy iniciales, han construido con ellos una tabla que usar como referencia para interpretar posibles restos de banquetes neandertales.

Dos cuervos, dos tórtolas y una paloma

Los expertos tomaron cinco ejemplares como muestra del estudio. Dos cuervos comunes, dos tórtolas turcas y una paloma torcaz, todos ellos fallecidos entre 2021 y 2023. La idea del estudio era simular las prácticas tradicionales de los neandertales o, al menos, aquellas mejor respaldadas por la evidencia arqueológica y los datos etnográficos. Para ello, recurrieron a un método de corte tan rudimentario como las lascas de sílex: escapas finas y cortantes de piedra.

Un proceso cuya complejidad abrumó a los propios expertos. En palabras de una de las autoras del artículo, la doctora Mariana Nabais, del Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social en España: "Las lascas eran más afiladas de lo que pensábamos inicialmente, requiriendo un manejo cuidadoso para hacer cortes precisos sin herir nuestros propios dedos. Estos experimentos prácticos enfatizaron los desafíos involucrados en el procesamiento y la cocina de alimentos de los neandertales, proporcionando una conexión tangible con su vida diaria y estrategias de supervivencia."

¿Crudo o asado?

Sin embargo, los investigadores no prepararon del mismo modo las cinco aves, dos de ellas las desollaron en crudo y las otras dos tras ser cocinadas al fuego vivo. Las dos crudas fueron mucho más difíciles de desollar, tanto que los investigadores lo han hecho constar en la propia nota de prensa: "Tal vez porque desplumamos las aves antes de cocinarlas, el proceso de asado fue mucho más rápido de lo que anticipamos. De hecho, pasamos más tiempo preparando las brasas que en la cocción real, que tomó menos de diez minutos".

En concreto, el tiempo sobre el fuego fue de 7 minutos para las tres aves y, el de preparación, pasó de unos 30 o 40 minutos en el caso de los desollados crudos a poco más de 15 en los que ya estaban asados. Durante el estudio, los expertos encontraron que las lascas de sílex presentaban muescas en forma de media luna tras su uso para desollar aves y, que los huesos, mostraban cortes en aves crudas solo dejaban marcas al cortar los tendones. Las aves cocinadas, en cambio, eran mucho más frágiles, tanto que podría ser difícil encontrar sus restos en yacimientos neandertales.

El libro de recetas

Lo cierto es que el estudio no nos aclara del todo qué recetas seguían los neandertales, pero, como estudio preliminar que es, permite empezar a crear un registro del tipo de muescas y quemaduras que podríamos esperar encontrar en los huesos y el sílex utilizado para el cocinado. Con suerte, la tabla se irá completando con nuevos estudios y, poco a poco, será más fiable para deducir los procesos a los que se han sometido los huesos y herramientas halladas en los yacimientos neandertales.

Aunque, si lo que buscamos es una receta de pollo a la neandertal, podemos asumir que se trataba de un ave a la brasa sencilla, posiblemente en fuego fuerte y, por lo tanto, algo seco por fuera porque, para que el calor llegue a dentro hace falta tiempo y, mientras penetra en la carne para hacerse, churrusca el exterior. Por ahora no tenemos evidencia de que usaran sal, hierbas u otros aderezos, tampoco de que tuvieran recipientes en los que prepararlo. No obstante, nada de esto significa que no tuvieran cierta complejidad en sus preparaciones, solo que, en caso de haberla, necesitaremos investigar más para descubrirla.

QUE NO TE LA CUELEN:

  • Nada tienen que ver las costumbres alimenticias de los neandertales con las recomendaciones dietéticas que debemos seguir. Confundir la tradición y lo natural con lo deseable se conoce como falacia naturalista y los estudios dejan claro que, con la ayuda de las últimas investigaciones científicas en la mano, podemos guiarnos con más criterio dietético que una cultura de hace decenas de miles de años.

REFERENCIAS (MLA):

  • Experimental replication of early human behaviour in bird preparation: A pilot-study focusing on bone surface modification and breakage patterns Frontiers in Environmental Archaeology 10.3389/fearc.2024.1411853