Animales

Descubren el extraño truco de este reptil para contener 20 minutos la respiración

Los anolis acuáticos huyen de sus predadores sumergiéndose con una burbuja en su nariz y ahora sabemos dónde está el truco

Una especie de lagartija semiacuática produce una burbuja especial sobre sus fosas nasales para respirar bajo el agua.
Una especie de lagartija semiacuática produce una burbuja especial sobre sus fosas nasales para respirar bajo el agua.Lindsey SwierkEurekalert

La naturaleza nos ha servido de inspiración para infinidad de tecnologías, es lo que conocemos como “bioinspiración” y, aunque parezca mentira, tras tantos siglos observándola, todavía tiene musas escondidas. Hay una infinidad de curiosidades que aún desconocemos: trucos que emplean los animales para sobrevivir y que nos pueden sugerir ideas felices capaces de revolucionar nuestra tecnología. Ese podría ser el caso del anolis acuático, un pequeño lagarto capaz de pasar 20 minutos bajo el agua para huir de sus depredadores y que, según un nuevo estudio, ha logrado desarrollar una especie de sistema de buceo autónomo como el de nuestros buzos.

Cuando uno de estos anolis se hunde bajo el agua se forma una burbuja en su cabeza, justo encima de los orificios nasales, una burbuja que fluctúa con su respiración, creciendo y decreciendo. La burbuja no se desprende, se queda adherida a su nariz y, aunque no parece contener una gran cantidad de aire, los expertos sospechaban que podía explicar cierta parte de la capacidad de apnea de estos reptiles. Así pues, un grupo de investigadores de la Universidad de Binghamton con Lindsey Swerk a la cabeza decidió poner a prueba a estos diminutos reptiles. ¿Cómo? Privándoles de su burbuja bajo el agua.

Una botella de aire

Para hacernos una idea: si realmente el tiempo de inmersión de los buceadores depende de sus botellas de aire, podemos ponerlo a prueba retirándoselas y viendo cuánto tardan en necesitar respirar. Suena algo truculento, pero es efectivo y los anolis no experimentaron ningún peligro. Los investigadores aprovecharon las propiedades hidrófobas de la piel de los anolis. Dicho de otro modo: sus escamas repelen el agua, como las hojas de repollo y, al repelerla, atrapan pequeñas cantidades de aire en su superficie. Para evitar que se forman estas pequeñas burbujas podemos arrebatarle su propiedad hidrófoba con, por ejemplo, un emoliente (una sustancia que aumenta el grado de humedad de la piel).

Al aplicarle este emoliente a parte de los anolis, los investigadores pudieron observar cómo las burbujas que exhalaban por sus fosas nasales se perdían, ascendiendo hasta la superficie. Por un lado, estos burbujeos podrían alertar de su presencia a los predadores de quienes estuvieran escapando, pero hay más. Porque resulta que, si comparamos el tiempo que permanecían bajo el agua los anolis con y sin emoliente, los que lograban mantener la burbuja sobre sus fosas nasales estaban un 32% más de tiempo. Puede parecer poco si pensamos en un 32% de lo que nosotros logramos mantener la apnea (pasando de 1 minuto a un minuto y 20 segundos). Sin embargo, recordemos que estos lagartos soportan 20 minutos. Sin la burbuja la cifra caía a unos 15 minutos y medio.

¿Y si hay algo más?

“Los anolis son un poco como los nuggets de pollo del bosque. Los pájaros se los comen, las serpientes se los comen,” dijo Swierk. “Así que, al saltar al agua, pueden escapar de muchos de sus depredadores, y permanecen muy quietos bajo el agua. También están bastante bien camuflados bajo el agua y simplemente permanecen allí hasta que el peligro pasa.” Ahora bien… Los anolis acuáticos pueden tener un as más bajo sus escamas para huir del peligro. Sabemos que algunos insectos capturan burbujas de aire para bucear con ellas y que sus pequeños cuerpos requieren tan poco oxígeno que el oxígeno disuelto en el agua que acaba entrando en la burbuja es suficiente para alargar indefinidamente su buceo.

Los anolis son más grandes y necesitan más oxígeno, por lo que es posible que no puedan valerse del mismo truco, pero quizás estas branquias físicas (que así se llaman) logren alargar lo suficiente sus inmersiones. Para descubrirlo, Swierk está experimentando con anolis sumergidos en aguas con diferentes porcentajes de oxígeno disuelto, pero para leer esos resultados tendremos que esperar. En cualquier caso, las conclusiones de este estudio tienen un doble valor. Por un lado, reduce nuestra ignorancia acerca del mundo natural que nos rodea, pero, por otra, nos muestra formas en que la vida ha resuelto problemas y que, con suerte, podrían inspirarnos para desarrollar tecnologías innovadoras como tratamientos médicos, nuevos materiales o dispositivos de buceo más seguros, eficientes y cómodos.

QUE NO TE LA CUELEN:

  • Si te dicen que normalmente un anolis mantiene su respiración 20 minutos y, por otro lado, te dicen que los que mantienen su burbuja consiguen alargarla un 32% más, ese 32% no es sobre los 20 minutos. Es al revés. Habrá un tiempo inferior a 20 minutos que logran mantener la apnea los anolis sin burbuja y, si a ese tiempo le sumamos su 32%, entonces obtendremos 20 minutos. Así que no, a la diferencia no son 6 minutos y medio, sino algo más de 5.

REFERENCIAS (MLA):

  • "Novel Rebreathing Adaptation Extends Dive Time in a Semi-Aquatic Lizard." Biology Letters, 17 Sept. 2024. Observational study.