Antropología
Descubren a Garba, la niña erectus que estaba “preparada”, para conquistar Europa
Investigadores españoles e italianos han determinado la antigüedad de los Homo erectus en 2 millones de años gracias a un resto encontrado en Etiopía
Hay pocas certezas en el registro fósil. Solo una pequeña parte de lo que existió se fosiliza y solo una pequeña parte de los fósiles son encontrados y estudiados. Por eso es tan difícil estar al día en esta ciencia, porque cada clasificación y cada fecha se actualizan al encontrar nuevos ejemplares. ¿Quién me asegura que no descubriré mañana un resto más antiguo fosilizado bajo mis pies? Eso es lo que acaba de ocurrir con el Homo erectus, cuyo origen por fin podemos datar con precisión. Las investigaciones de un equipo mixto de la Universidad de Vigo y la Universidad La Sapienza de Roma han identificado en África el ejemplar más antiguo hasta la fecha.
Trabajar con estas restricciones es como si tratáramos de entender el universo a través de pequeñas fotografías descontextualizadas: el chorro de un cuásar, las vibrisas de un ratón, la espuma de un café… Por suerte, los paleontólogos llevan siglos lidiando con estas limitaciones y han aprendido a sobrellevarlas. Gracias a herramientas estadísticas y mucha cautela, pueden hablar sobre el pasado con la suficiente seguridad. Así que, aunque mañana podría aparecer un nuevo Homo erectus más antiguo que el actual, no parece muy plausible que resulte tener cientos de miles de años más que Garba, que así han bautizado los investigadores a la niña africana.
Garba
En realidad, los expertos no están seguros de si los restos pertenecen a un niño o una niña, pero han optado por el género femenino para compensar las malas prácticas en las que históricamente ha caído la paleontología. Ante la duda, siempre se ha asumido que los restos eran masculinos, y por eso ahora han empezado a cambiar algunos nombres propios. El niño de la Gran Dolina es ahora la niña y hay sospechas de que Miguelón podría ser Miguelona. Dos ejemplos de Atapuerca que representan una tendencia muy extendida en la comunidad. Lo que está claro es que, sea niño o niña, Garba era un Homo erectus de unos 2 o 3 años y el resto fósil en cuestión es, tan solo, un fragmento de mandíbula.
Hace años que se encontró este hueso, pero sus dientes de leche hacían casi imposible identificar la especie humana a la que pertenecía. La clave estaba en explorar el interior del hueso, como han hecho los investigadores de Vigo y La Sapienza. Allí, dentro de la mandíbula, estaban esperando los dientes definitivos, listos para empujar a los de leche fuera de la quijada. Ahora sí, comprándolos con los dientes de otros homínidos estaba claro que Garba era un bebé de Homo erectus, y eso era un verdadero hito para la paleontología.
El libro de familia
Los Homo erectus son los primeros homínidos con rasgos totalmente humanos. De hecho, son nuestros antepasados directos. Sin embargo, hasta ahora no teníamos restos que nos permitieran datar con seguridad cuándo había aparecido la especie en el continente africano. Los paleontólogos deducían que los primeros individuos vivieron hace 1,8 millones de años y que, posiblemente, fueron los primeros homínidos en abandonar África. Ahora, los restos de Garba han permitido arrojar luz sobre estas suposiciones y parece que los expertos no andaban lejos de la realidad.
La mandíbula fue encontrada en el yacimiento de Melka Kunture, en Etiopía, uno de los más importantes de todo el continente para estudiar nuestra evolución cultural durante los últimos 2 millones de años. Esa es, más o menos, la edad de los restos: 2,06 millones de años. Por lo tanto, podemos suponer que el Homo erectus apareció, al menos, hace todo ese tiempo. Además, este estudio ha permitido acotar mejor el surgimiento de la cultura achelense, concretamente hace 1,95 millones de años. La tecnología achelense permitía desarrollar herramientas de piedra de una sola pieza, afiladas y con una forma ovalada o de pera, normalmente empleadas como hachas de mano.
Preparados para Europa
La otra gran hipótesis que refuerza el estudio tiene que ver con la llegada de los primeros homínidos a Europa. Homo erectus fue, probablemente, el pionero. Y hasta ahora los expertos creían que la especie podía provenir de zonas especialmente frías de áfrica, más próximas al clima que encontrarían durante su viaje transcontinental. Si los primeros erectus, efectivamente surgieron hace 2,2 millones de años en esta zona de Etiopía, la hipótesis podría ser cierta. El yacimiento de Melka Kunture se encuentra a algo más de 2000 metros sobre el nivel del mar y a veces el frío aprieta y estarían, en principio, más preparados para salir de África.
Por supuesto, cabe esperar que mañana mismo identifiquen otro fragmento de Homo erectus, en esta ocasión en plena sabana y tal vez de 2,1 millones de años de antigüedad. No obstante, esto es, por ahora, la mejor evidencia que tenemos, y por eso es noticia.
QUE NO TE LA CUELEN:
- Los nombres masculinos no son más neutros que los femeninos para los fósiles o, al menos, no si apagamos nuestros sesgos culturales. La tendencia a identificar como machos los restos inciertos sigue muy presente en la comunidad y acciones como esta prometen cambiarlo poco a poco.
REFERENCIAS (MLA):
- Mussi, M. et al. “Early Homo erectus lived at high altitudes and produced both Oldowan and Acheulean tools”. Science (2023)
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