Genética

Descubren el mecanismo sorprendente que creó las proteínas que generaron el origen de la vida

Científicos han desvelado cómo las moléculas de ARN y los aminoácidos pudieron unirse espontáneamente en la Tierra primitiva, sin necesidad de ribosomas, para dar origen a las primeras proteínas, un descubrimiento relevante para comprender el origen de la vida

ADN
Cerca del 98% del ADN es no codificante y por ello se lo considera "basura"Виталий СмолыгинВиталий Смолыгин

Un equipo de científicos ha logrado desentrañar un enigma fundamental en el origen de la vida, demostrando cómo ARN y aminoácidos se combinaron de manera espontánea para dar forma a las proteínas. Este hallazgo arroja una luz considerable sobre cómo se pudieron haber generado estas estructuras esenciales mucho antes de que existieran los sofisticados ribosomas, las "fábricas" celulares encargadas hoy de esta tarea. La investigación apunta a un mecanismo químico sorprendentemente sencillo, que podría haber operado en la Tierra primitiva. Estos eventos cósmicos son cruciales para entender el contexto de la Tierra primitiva, incluyendo fenómenos como el bombardeo constante de la Tierra por objetos espaciales y su impacto en la formación de nuestro planeta.

De hecho, la química subyacente a este proceso es notablemente simple y espontánea. Sucede en un entorno acuático a pH neutro y presenta una selectividad que la hace viable para las condiciones de nuestro planeta hace miles de millones de años. Estos resultados sugieren, además, cómo el ARN pudo haber empezado a ejercer un control fundamental sobre la síntesis de proteínas, un paso crucial en la evolución biológica. Cabe recordar que los aminoácidos y los nucleótidos, los ladrillos básicos de la vida, han estado presentes mucho antes de su aparición, hallándose incluso en asteroides que llegaron a la Tierra. De hecho, la llegada de cometas gigantes también pudo haber aportado componentes esenciales para el inicio de la vida en nuestro planeta.

En este sentido, un estudio previo ya había identificado la panteteína, una molécula reactiva, como un componente probable y abundante en los lagos de la Tierra primitiva. Esta investigación actual detalla cómo la panteteína pudo haber reaccionado con los aminoácidos para crear un compuesto intermedio denominado aminoacil-tiol, tal y como recogen desde Futurism. Posteriormente, este aminoacil-tiol se habría combinado con el ARN que flotaba libremente en el entorno, permitiendo la transferencia y la unión de los aminoácidos al ARN, iniciándose así la formación de cadenas proteicas.

Condiciones y limitaciones en la Tierra primitiva

Con todo, este ingenioso proceso químico probablemente requería concentraciones de panteteína más elevadas de lo que cabría esperar. Es por ello que los científicos sugieren que estas condiciones se habrían dado más fácilmente en cuerpos de agua dulce más pequeños, como lagos o charcas primordiales, y no en la vasta inmensidad de los océanos primitivos. Este detalle ofrece una perspectiva más acotada sobre los posibles escenarios geográficos donde la vida pudo haber empezado a tomar forma. En este contexto, la búsqueda de vida más allá de nuestro planeta sigue siendo una prioridad, con recientes descubrimientos que exploran por qué no hemos encontrado vida en Marte a pesar de sus condiciones potencialmente favorables en el pasado.

No obstante, la investigación también señala una limitación relevante: cadenas aleatorias. Las cadenas de aminoácidos producidas mediante este mecanismo son aleatorias y caóticas en su secuencia. Esto contrasta enormemente con la precisión y el orden milimétrico que exhiben las secuencias de proteínas generadas por los ribosomas en las células modernas. A pesar de esta diferencia, el descubrimiento representa un paso adelante muy importante para comprender los mecanismos químicos que pudieron sembrar las semillas de la vida en nuestro planeta.