Biología

Descubren que la vida en las profundidades del planeta es más diversa que en la superficie

“La riqueza de las especies en muchos entornos subterráneos rivalizan con la superficie. Se trata de un principio ecológico universal previamente desconocido”, explican los autores.

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Equipo de científicos en una grieta, a 3 km de profundidad, en Sudáfrica. Emil RuffEmil Ruff

Durante décadas, quizás siglos, hemos confiado en la noción de que la vida, para prosperar, necesita la energía del Sol. Y que, por esta regla, alejarse de la luz y el calor de nuestra estrella, reduce la diversidad. Pero podríamos estar muy equivocados.

Un nuevo estudio publicado en Science y realizado por un equipo internacional de científicos, ha descubierto grandes cantidades de microbios que prosperan en el subsuelo hostil de la Tierra, lejos de la energía vital del Sol.

Los hallazgos son la culminación de ocho años de investigación pionera en su tipo, que compara más de 1.400 conjuntos de datos de microbiomas de todo el mundo. El principal de los hallazgos es que las grietas húmedas de la corteza del planeta podrían albergar más de la mitad de las células microbianas de la Tierra, lo que desafía nuestra comprensión previa, y, por otra parte lógica, sobre la cercanía de nuestra estrella como clave para la biología.

“Se asume que cuanto más profundo se desciende por debajo de la superficie de la Tierra, menos energía hay disponible y menor es el número de células que pueden sobrevivir – explica Emil Ruff, ecólogo microbiano del Laboratorio de Biología Marina Woods Hole y líder del estudio, en un comunicado -. Cuanta más energía haya, más diversidad se puede generar y mantener, como en los bosques tropicales o los arrecifes de coral, donde hay mucho sol y calor. Pero demostramos que en algunos entornos subterráneos la diversidad puede rivalizar fácilmente, si no superar, la diversidad de la superficie”.

Esa diversidad comparable es la clave del avance del grupo. El estudio señala que “la riqueza y la uniformidad de las especies en muchos entornos subterráneos rivalizan con las de los entornos de la superficie, en lo que podríamos llamar un principio ecológico universal previamente desconocido”.

Pero el estudio es notable no solo por sus hallazgos, sino también por su metodología. Antes del trabajo del equipo, que comenzó en 2016, había poco esfuerzo concertado para estandarizar los conjuntos de datos microbianos de todo el mundo, debido a las diferencias en los estándares de recopilación y análisis.

Eso cambió gracias a una encuesta dirigida por el biólogo molecular Mitchell Sogin, coautor del estudio, que organizó una campaña para estandarizar los conjuntos de datos de ADN microbiano de investigadores de todo el mundo. El trabajo se basa en estos conjuntos de datos estandarizados, lo que les permite comparar una muestra obtenida por un equipo de una universidad china y otro de una española.

“Por primera vez, pudimos comparar directamente los microbiomas de, por ejemplo, los sedimentos superficiales de los Grandes Lagos con los sedimentos de dos kilómetros por debajo del fondo marino – concluye Ruff -. De ahí proviene la belleza de este estudio”.