
Eclipse
Eclipses y Terremotos: ¿Conexión cósmica o coincidencia terrenal?
“El Sol y la Luna atraen a la Tierra en direcciones opuestas. Como resultado, las fuerzas gravitacionales y las tensiones de marea causadas por esta alineación desencadenan terremotos”, sostiene un científico.

Desde tiempos inmemoriales, los eclipses han sido vistos como portentos, eventos cósmicos que anuncian cambios o catástrofes. Y los terremotos también. No es extraño entonces que haya quienes vieran una relación entre ambos.
En 1971, más precisamente el 9 de febrero, se produjo el terremoto de San Fernando (también conocido como el terremoto de Sylmar), en el sur de California. Se determinó que su magnitud fue de 6,7 en la escala de Richter. Quince horas después, se produjo un eclipse lunar total, y algunos sugirieron que la alineación del Sol, la Tierra y la Luna fue la responsable.
El Dr. William Kaufmann, quien entonces era director del Observatorio Griffith Park en Los Ángeles, señaló: “El Sol y la Luna atraen a la Tierra en direcciones exactamente opuestas. Como resultado, la Tierra se comprime y creemos que las fuerzas gravitacionales y las tensiones de marea causadas por esta alineación fueron probablemente las que desencadenaron el terremoto”.
La teoría de Kaufmann era que, así como la gravedad de la Luna (y en menor medida, del Sol) ejerce una fuerza sobre los océanos, provocando las mareas, también produce una fuerza sobre la corteza sólida de la Tierra, deformándola ligeramente. La realidad es que este efecto, conocido como "marea terrestre", es mínimo (la corteza se eleva y desciende apenas unos 30 centímetros).
Kaufmann argumentó que, durante un eclipse solar, la alineación perfecta del Sol, la Luna y la Tierra maximiza esta fuerza gravitatoria, tirando de la corteza terrestre de una manera particularmente intensa y alineada.
Esta tensión gravitacional extra, según su teoría, podría actuar como "la gota que colma el vaso". En fallas geológicas que ya están bajo una enorme tensión y al borde de la ruptura, este pequeño estrés adicional podría ser el desencadenante que libere la energía acumulada, precipitando el terremoto.
De este modo, Kaufmann no afirmó que los eclipses causaran terremotos por sí solos, sino que podía actuar como el detonante final para un sismo que ya era inminente.
La hipótesis de Kaufmann fue recibida con interés, pero también con un profundo escepticismo por parte de sismólogos y geofísicos. La realidad es que la fuerza gravitatoria adicional durante un eclipse es extremadamente pequeña. Es incluso menor que la fuerza ejercida durante las lunas llenas y nuevas, que ocurren cada 14 días. Si los eclipses desencadenan terremotos, las sicigias deben hacerlo con mucha más frecuencia, y no se observa ese patrón.
Los expertos tampoco han encontrado evidencia estadística que confirmara esta teoría. Tras décadas de registro sísmico moderno, no se ha encontrado una clasificación estadísticamente significativa entre los eclipses (solares o lunares) y un aumento en la frecuencia o magnitud de los terremotos a nivel global. Los terremotos ocurren constantemente debido a los movimientos de las placas tectónicas, y es inevitable que algunos, por pura coincidencia, ocurran cerca en el tiempo de un eclipse.
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